uno de mis lados tiene logros de ser abriéndose a sus musas, girando en audaces interpretaciones arquetípicas. Y se sorprende en ese hermanamiento con realidades paralelas, cada emoción un síntoma
quién o qué da el aviso intuitivo de los bandazos mentales la incógnita, siempre tú la recompensa, su tiempo inmensurable. Han conformado las rocas un punto fijo
tu fuera es pasado, una proyección de tí mismo, el acto de apertura a toda posibilidad, las distintas presentaciones de tu ser entre las rocas, la espinada rosa seductora, la espera de futuro sin avisos, el aparente crecimiento de tus representaciones, sus matices nuevos como pinceladas de un saber adquirido que como una gaita inflas y desinflas con su melódico pitido, y estrepitoso, tu juventud en mundo aparte
se actualiza el mes con años imprevistos, horas pesadas del fondo marino: comparte un niño sus conchas en la orilla. Dentro de los hoyos que excarvó cosecha sus más espirituales ceibas a resguardo del cangrejo y sus totalitarias pinzas. Participa el mes de las leyendas más arcanas
me copias, te copio, cuántico enlace, floral partenogénesis de la mente, sin rostro, sin habla, físico enlace de los cuerpos como manifestación, biológica respuesta,
bandazos como esas aves que ahora ondean en el cielo, un momento de escena nítida. Caen plumas como aviso sobre las rocas expectantes, partícipe te hacen de esa ceremonia sin nuncios ni proscenios que el tiempo interpreta
de múltiples realidades me compones que habré de sustraerme, de nombres que habré de acallar, de edades plañendo a la par como guitarras y voces heroicas compitiendo entre sí en el narcisismo planetario. Quemaron la biblioteca de Alejandría, cayó su faro
de todo género participas, a cada apertura de nivel asistes, cada gramo de conocimiento
día y noche como origen de tus números, de tu concepto de tiempo desde el que empezar tu constructo bipolar, de la arena mágica que el arenero esparce sobre tus ojos en la noche para tus sueños, lugar de aviso
y de cada aviso eres partícipe hasta formar leyenda, uno de tus lados pierde arena
con lo sencillo tratas por refrescarte, reconoces niveles ecuánime, de todos participas, el premio eres tú
mismidad es, con o sin mención, digas o no, una maternidad de poderosas raíces en el tiempo, vayas donde vayas
del monte y su montaña la contemplación de día y noche, la rueda que idearás, el número que va creciendo, el sabor y textura que añadirás al mundo, el agridulce logro, tu parto. Sí, tu origen participa de toda edad, a millones luz oficias su magnificencia
con extraño brillo se te destacan las siluetas, recuerdo frente a aviso de lo que eres, tu pertenencia a un mundo insondable mientras la roca clama por tu atención y das tono a tu ritmo entte las olas que te llevan. Tumbado, regateo con fronteras
nítida escena, perpetuo cambio percibido o no, regateas con el tiempo tus sucesos, el pan de cada día que compartes, pequeños logros de ser abriéndose insondables
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