lunes, 22 de abril de 2024

Océano de sol. Antonio Vega (a, por, desde)

me crea el agua sustancia universal, planeta con su cinturón aguantando mis pantalones, formación de un luego que trasciende cantidades. Soy  asteroide entre nubes de creencias, concentrada zona de pesada agua comparándose con la tierra, el hecho que mis análisis confirman. Hago cometas con esas nubes que sondee los cielos mi niño 

me cubre el agua de mar ahogando divisiones, variando mis límites, conjuntando mis hemisferios en una tolerable proximidad. La tierra me contiene en el tanto por cien que cada momento exige. Sigo cartografiándome con el sonar psicológico sin un método preciso, atiendo a mis volúmenes mentales con una profundidad media lo más estable posible aceptando sus oscilaciones 

mis márgenes neuronales son porciones del mismísimo fondo marino, mi primera bacteria soñando con tierra firme. Se dividen en plataformas, a veces continentales, a veces submarinas, a veces planas, a veces con marcados relieves. El agua abunda en vida, orgánica o no, estratos de tiempo donde pescar. Sostienen las rocas tanta abundancia, lisas, escarpadas. Hay taludes de encuentro con diferentes pendientes, diferente profundidad. Aquí nos aproximamos, en los 
bordes continentales y sus posteriores dorsales oceánicas, nos reubicamos buscando puntos de referencia, y nos medimos, tu altura mi anchura. Aquí formamos sistemas de acción procurando conectar las cosas, nombrando cada nueva conexión. Luego flotamos por un tiempo en las planicies abisales según los márgenes consensuados. Pero la uniformidad cansa y vamos en busca del más brutal de los volcanes, de la fosa más oscura, abismos sacrificiales, sea el planeta que sea 
 
me das océano para componer mi tierra, una hidrosfera en la que integrarme, patrones de tiempo en forma de ciclos, mi hábitat inmediato. Voy reconociendo mi especie a medida que exploro, proyectándome en otras, abriendo el espectro de posibilidades, recordando mi origen. Lo desconocido te considera un estado de frecuencia, el material con que formó tu tierra, las moléculas que de sí escaparon con grácil gravedad, cuando apenas eras polvo estelar, un eón más en el surgimiento de las vidas

eres pues principio oceánico en un accidentado asteroide

me has presentado números fastuosos en tu geometría del espacio, asombrosos problemas con que volver a mirar el universo, incluso los excesos que acidifican tu mundo 

te pensabas con intensa actividad enfriándote hasta permitir tu propio colapso, una polémica continua en aras de ciencia, una estimación de tu origen donde encontrarte 

te doy océano de cualquier planeta reordenando elementos,  componiéndote cuerpos de frágil armonía, confirmándote superficie que pisas, lagos en los que sumergir tu memoria, pequeñas pruebas de existencia, una sistema concreto 

tu más pacífico aspecto menudea por la casa distinguiendo norte y sur, un equilibrio entre hemisferios 

se hace lo menor valioso en un índice de tu presencia, delimita tu volumen de observación con tolerable imparcialidad, cada archipiélago absorbido por un continente: ha creado el agua sustancia universal 

No hay comentarios:

Publicar un comentario