domingo, 6 de abril de 2014

El Bollito del Día: about Chorizos


Chorizo Sandwich - Los Alacranes Mojados

 Vimos que el Palacio de Buckingham tenía 775 habitaciones, 78 de las cuales eran cuartos de baño. A un niño se le ocurrió la más elemental de las preguntas: ¿para qué? De ahí surgió una cadena de interrogantes. Por ejemplo: ¿quién paga la limpieza y mantenimiento de semejante derroche? Vale, la respuesta la sabemos todos, inclusive quien defeca en ese lujo.
 Otro niño dedujo, ¡qué lujo!: Entonces, ¿todos estos ostentadores de poder y apariencia, llámese Vaticano, Moncloa, Casa Blanca, PetroMecas...y por extensión toda expresión de poder en el planeta en cualquier continente y cultura, viven del trabajo de la gente--algún libro condenó al 'sudor'---, empresario o peón, en una suerte de vestigio piramidal jerárquico establecido por algún dios esclavista tan humano, tan humano que se lo han montado de puta madre desde la división entre aristocracia guerrera, clase sacerdotal (clase monetaria-bancaria y clase ´ínformativa` surgen después aún si ya los faraones necesitaron de los 'escribas' para obtener y controlar impuestos) y la 'gente', eso que llamaron por aquí "demo"? "Odo niño, si parece un monstruo", que me dijo un sabio.


Un tercer niño arqueó las cejas: Bueno, eso no es lo triste. Siempre ha sido así y admitido por el demo a cambio de su "bienestar" a todos los niveles. Lo triste es ver una y otra vez a lo largo de la proto- e -historia que cuando las vacas se mueren de hambre---sin culpas, por castigo divino, por ciclo económico, por error colectivo de percepción de lo que es la abundancia "real", por lo que sea---esos que defecan en WCs de oro construidos con las manos y tributos de la "gente", dejan en la puta calle a cientos de miles de personas y familias cuando no los exterminan---la expresión máxima de la razón positivista fue la Gran Guerra, fue el Holocausto nazi o staliniano como pudieran ser Vietnam, Afganistán o Irak por "razones" de miedo a pesar de las sanas intuiciones del demo que se negaba a semejantes actos de barbarie---en paralelo a sus "limpiezas" de mercado.
 Un cuarto niño, aún en el vientre de su madre, sonreía al escuchar a sus hermanos. A pesar de, con y sobre ellos, su elección del amor como deshacimiento del miedo a nuestros propios actos como especie desde el perdón---concedido mucho antes de la llegada de la primera mota de agua en un cometa o asteroide---liberó a los otros tres niños de su angustia, que no de su indignación.
 Quizás sólo era un cambio de estación acá en la Tierra, allí en su región. Tan simple como eso.

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