viernes, 1 de marzo de 2024

Recogiendo el agua de lluvia, Edward Wilkins Waite (1854-1924). LLORAR DE ESTILO


puedes originarte en blanquecinos nimboestratos que persistan tus células convectivas en su constante renovación; puedes requerir el movimiento como forma de ascenso que te propicie liviandad, las condiciones de una plausible explicación de tus actos. Puedes recibir los sucesos con todo su volumen emocional dilatándose en tí hasta enfriarse
 
eres fenómeno atmosférico condensando el vapor de tanta información dispersa, y formas gotas conceptuales que fertilizarán tu suelo, convolutas flores, valvares, siempre imbricadas. Puedes originarte en las gotas de mayor peso precipitándote a cada voz 

eres fenómeno atmosférico preservando naturaleza, dejándote regar por los nutrientes de vida que la otredad te da

desde líquidas partículas te defino variando tu diámetro espiritual, dispersando tus milímetros de personalidad según alcanza mi terrestre cuadratura 

mis convectivas células rozan frenéticas con la tierra hasta la abrasión, arde el aire en mi superficie, se expande, y asciende buscando el frío que me equilibre. Hay latitudes de mí donde la templanza, una orografía de húmedos relieves que las montañas protegen, laderas orientadas a barlovento de dulces precipitaciones. Desciendo calmado en este juego de las termodinámicas emocionales, esta inestabilidad borrascosa 

mi llover depende de la presión, mi volver a tierra depende de mi fricción en superficie, sonaré diferente, renovadas células en nimboestratos 

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