sábado, 29 de marzo de 2014

El Pan del Día


Asturias - Albeniz

 ...nací tan puro como el corazón de helio e hidrógeno de una estrella pues soy su hijo. Vine al Tiempo del líquido virginal de un semen paterno y el amniótico lago de una madre, el uno activador, el otro receptáculo protector.
 El rito bautismal, como todos los ritos religiosos, no es sino un recordatorio de mi origen ancestral aquí en la Tierra: el agua (venida de muy lejos). Aún observando el aparente afán salvacionista, de hallellujah, de alegría de la tribu o clan por la continuidad de la especie, no esconde una redundancia de las clases sacerdotales por mantenerse ahí arriba, mantener un status que tanto le costó, como la sangre de la clase aristocrática por mantener el suyo. Fácil pues la traslación a toda clase 'dominante' o casta: poder basado en el miedo.

















 Aún así, ver inocencia en ello: 'sacerdotes'---con sotana o no, con disfraz chamánico o no---y 'aristócratas'---con traje guerrero o chaqueta, corbata y sonrisa de hielo---se buscaron---buscan---la vida en una naturaleza cruda, cambiante, insobornable, indómita, en un mundo de intercambios, de pactos y mercancías de toda índole.
 Eres libre e inocente por el mero hecho de haber tomado cuerpo en el tiempo. Tu génesis está en la mismísima pureza de la vida. Tu verdadera comunión se te dio antes de nacer y se mantiene impoluta en el todo cuando apartas la mente de ese miedo ancestral que ha tomado todo tipo de formas: templos de piedra, egos que no devuelven, renovada, la información que se les dio al creerse ellos mismos causa del bien/mal, rituales petrificados que se vacían de su verdadero significado favoreciendo un "pensamiento mágico"...

 Sopla crudo un viento frío, disfrútalo. Y a quien mires, a los ojos o en tu mente, poderosos o no según los barómetros del mundo, recuérdale que no es sino un pececito, una gota de agua, un viajero temporal desnudo...tú mismo.

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