del fondo del estanque rozado
por las plantas y la piedra
tañia la mente las campanas
de una iglesia sumergida
Entre las ondas, de agua, de un sonido
atemporal, los fantasmas
de un antiguo pueblo que antaño visitara
contigo entre esas mismas plantas
floridas entonces, caliza seca
en un sol de invierno, cálido vino
bajo estrellas heladas,
vuestras risas, tus temblores
paseándose ahora bajo las aguas
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