cada golpe una eventualidad de tu entorno como mente: mantiene alerta a tu animal, todo un catálogo de logros y errores entreteniendo tu lógica
de tu mano los casos entre las cosas, los porqués en lineal repertorio cuya esencia se diluye en el tiempo, graciosos bits de información quizás útil a otros mundos, otros seres, instrumental foco de cualidades a objetivar por otras razas, o especies, o geológicos movimientos
toca celeste orquesta tenebrosos compases esta noche, el retorno de espacios no resueltos, una electricidad estática en los pianos del alma. Requiere tu animal su composición química, sus índices de productividad, incluso de audiencia. Entretiene su lógica
el luego de tu estancia es seminal esqueje de aves futuras, oscuro punto que reventará de espermáticos fotones inoculando un nuevo espacio. Viejo chamán te mira oculto entre los arbustos, toda tu piel se electrifica
ocurrió tu final hace mucho ya, diamantino parto del polvo elemental, obtusa pieza de la extensión y su elocuente tiempo. Partías gránulo orquestal de hermosa sencillez con la viajera cadencia de un viento sideral, acertado, desacertado, filosa vibración conjuntada
colabora el tiempo en forma de recuerdos, te dan sus números iniciáticas aperturas en tu ajedrez cosmológico, una solidez pasajera en su selectivo éxito. Solista, palmeas altanero desde la cima conquistada, una sombra de plenitud, masiva dilatación del tiempo en tus pupilas, helado silbo de la altura, su audiencia un blanco celestial como reconocimiento
y marcas el ritmo de tu diapasón terrestre, el inicio de un nuevo monumento a esa grandeza percibida, la fusión en mágico caldero de todos tus saberes, una tremenda descarga formalizada de información
es el Ello vasta cantidad de músicas diversificándose en perpetua inflación, campo de incandescentes piedras donde la muerte carece de sentido, sin ganancia, sin pérdida, corrientes reclutando información, mente como otredad: fabricas cosas
tus piezas improvisan fórmulas, composiciones bioquímicas, imposible recuerdo, temas de creativa memoria, vida amartillando otras vidas, tiempo
esa vastedad te incluye en su lumínica onda, increíble a tus sentidos. Te maravillas ante el choque de partículas creando materia: tu pulsión ahora, impredecibles dianas. Sale pues Diana cazadora a flechar su mental objeto. Y frunces el ceño
una trillonésima de segundo, dices, tu científico tributo a la leyenda en boga, tu eléctrico piano resonando en tus neuronas, telón de fondo de toda posibilidad, y destaco tus sensuales dedos sobre mis ojos, la increíble fractalidad del mismo tema. Me maravillo en el ahora, tu memoria, mágica física
compone incansable para tí los asombros y los valles sombríos, la causa necesaria y el efecto buscado, principio y fin de tu escenario sobre infinito telón de fondo. Abres tu dorso en sombra que se alimenten carroñeros y hermosas bacterias: aún si brilla, se sacia el topo en su oscuridad, fuente de lo que percibe como vida, amorosa constante de nuestro universo. Fuera hay un concierto de inaccesible belleza a cada tono
te mereces una gramática del ser, categóricos chispazos como herramientas de fuga, de historia reescrita, espontáneas verdades tras cada golpe, lumínicos puntos de partida fructificando
empleas tu voz como caja de resonancia, la adaptas a cualquier instrumento útil, pertinente; articulas sonidos en tu vorágine creativa, buscas aquella emoción que en el camino te asaltó
vamos en una misma burbuja de excelencia, el mismo tema de exigente gurú: las leyes físicas que nos damos, maravilla a maravilla
y jabonosa te diluyes sobre la sábana temporal, sin cadencia, abrupta, esencia sin contraste, certeza de aire congelado, sencillo sentimiento
soy pieza de un mosaico desplegándose torpe en su incomprensión, una historia increíble
me dibujas portales de entrada y salida de los hechos, desde ventanas que se cruzan nos vemos tocando la negritud de la noche, preámbulos de eternidad desde la experiencia intransferible de la unicidad
chispazo tras chispazo modulas significados, te saltas literalidades, haces de tu hálito vibración antigua, sin búsqueda, sin otredad
encajan piezas entre estallidos de eternidad, se funden rocas para tierra virgen
has plasmado ritmos troceados según recuerdos reavivados, melodías como variantes de la fuga, de portal en portal sin dejarte atrapar
te arregla el genio tu nudo de corbata, te cruza puentes consolándote con dulces significados, saberes extraviados: te quiere diciéndote los ritmos apropiados a tus pies, da forma a tu nueva pieza, tan extraña. Sigue activo en tu pasividad
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