domingo, 5 de enero de 2014

Three Wise Men Well-Coming a New Rebirthing [with Michael Stearns]

 En el silencio del hogar, un momento de quietud interna y externa, dio para colocar sobre una pequeña mesa los símbolos de toda una epopeya: un pesebre en mitad de un viaje, un nacimiento más, un anuncio estelar que guía a tres sabios ancestrales a reconocer a un nuevo maestro del cosmos, tres reyes al reconocimiento de otro rey, un nuevo tipo de rey ajeno a cualquier forma de poder o imperio instituido sobre piedra y leyes o no. Como antaño a Osiris, o al Adonis fenicio, al Atis anatolio, al Ahura Mazda mesopotámico, al Gilgamesh sumerio descendiente de An---José--- (principio masculino) y Ki---María--- (principio femenino), al Krishna hindú, etc (un etcétera inclusivo de todas las sublimaciones consideradas culturalmente menores de, por ejemplo, cualquier tribu amazónica o maorí, engullidas o no por el gran intruso, 'la razón histórica' esgrimida por cualquier ostentador de 'poder' que a su vez se siente o sintió víctima de cualquier injusticia ideológica), como antaño, una vez más, reivindicamos en forma de carta a los 'Reyes Magos' que el amor triunfe sobre el miedo de los que se parapetan en su máscara social-status para traer los coágulos de la vida a este planeta creyendo que con más control, más prohibiciones, más barreras, más orden, más limpieza, más... miedo podrán encerrar la vida en un laboratorio, cárcel, anuncio, tumba, libro, catedral, centro comercial, idea..., como antaño, una vez más, que esa energía en forma de deseos, paso a paso, grado a grado, despetrifique el corazón de aquellas decisiones que afectan a millones de seres, orgánicos o no, o a esos poquitos seres que te rodean día tras día. 
 Si pudiéramos ver los grandes rayos que iluminan las cosas, todas, y reconocernos en ellos como causa y no como efecto, daríamos valor, otorgaríamos poder a lo que realmente lo tiene. No hay pérdida: si no lo hacemos nosotros, lo hará otra especie que acepte esa ley básica de nuestro universo. 
 Hoy acercaré un poquito más las tres figuras al pesebre donde la tríada padre-madre-hijo (hace mucho que la sociedad patriarcal excluyó a la madre del templo-corazón ocultando la verdadera significación del término hebreo yahvé, que como yingyang, incluía todo lo visible y cambiante que lo 'divino' observa sin juicio, lleno de amor pero sin confundirse con 'ello', desde tu templo-corazón). Cuando esta noche se arrodillen ante el milagro de la vida, una vez más, en reconocimiento, aceptación y silenciosa valoración del regalo de la vida, deseo se cumpla en mí la conciencia de amar lo que ya tengo, ahora, aquí, sea lo que sea con la fuerza de anular la `tentación' de no aceptar lo que me di a mi mismo, lo que yo mismo sembré sin ser consciente de lo que 'daba'. 
Luis Cernuda acude entre la realidad y el deseo, me susurra:

"Derriban gigantes de los bosques para hacer un durmiente,
derriban los instintos como flores,
deseos como estrellas,
para hacer sólo un hombre con su estigma de hombre.

Que derriben también imperios de una noche,
monarquías de un beso,
no significa nada;
que derriben los ojos, que derriben las manos como estatuas vacías,
acaso dice menos.

Mas este amor cerrado por ver sólo su forma,
su forma entre las brumas escarlata
quiere imponer la vida, como otoño ascendiendo tantas hojas
hacia el último cielo,
donde estrellas
sus labios dan a otras estrellas,
donde mis ojos, estos ojos,
se despiertan en otros
"


















y Oscar Wilde, gimiente en la cárcel de los hombres, canta su balada:

"Caminó entre los jueces
vistiendo el gris raído
con gorra en la cabeza
y paso alegre y leve.
Pero jamás vi a nadie que mirara el día
con igual ansiedad
"

Así sea.

Pic: three wise men, The Pic-Poem Book - Cosmic Figures

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