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Esperábamos una visita de los Sirianos. Claro, sonreí compasivo acordándome de Voltaire y su Micromégas venido de allá, o de Stockhausen que decía venir él mismo del sistema siriano y en ambos casos fueron tomados por 'imaginativos'. También visualicé, desde la percepción terrestre, la preciosa danza estelar cuando Alnitak, Alnilam y Mintaka, las tres principales estrellas del cinturón de Orión, se alinean con Sirio (A), y pude así sentir su música brillando en mi estómago.
Hoy había acabado en el Forum de Aprendices relativamente pronto. El edificio se ubica en un pequeño bosque de hayas y olmos, una difícil combinación arbórea que, sin embargo, gracias al Regulador Climático, aporta frescor, sombra y un delicioso aire limpio con la humedad precisa para sentirte en plenitud.
The Acid Planet, by Ivan Khomenko
Tomaba un piscolabis en las terrazas del Forum, con la visión magnífica de unos cormoranes cortando el sol del mediodía. Buscan el mar. Tomé el espíritu de uno de ellos, el cabecilla, y me dejé llevar. Desde él, el sol parecía escoltarme y el mar se divisaba a lo lejos. Eso me permitió conectar con mis ancestros Sirianos. Primero, al girar la cabeza a la diestra, reverencié a mi padre terrestre y, a través de él a toda mi línea masculina. Volví al centro. Giré la cabeza a la izquierda y bendije a mi madre terrestre recorriendo toda mi línea femenina. De ahí salté a mis otras formas desde el vértice pineal hasta detenerme en mis ancestros Sirianos.
Red Mushroom Valley, by Ivan Khomenko
Hay ocasiones en que, al conformar esa pirámide cósmica que todo lo abarca, no me detengo en nada ni nadie, no focalizo en punto espacio-temporal alguno y el sentimiento de Ser me libera de toda forma. Y sin embargo, abre la Gran Casa Cósmica, el verdadero sentido de la antigua palabra Templo, sin piedras, sin símbolos, sin adscripciones. Es el famoso número 3 santo, la verdadera comunión con Todo con la necesidad de Nada, donde el deshacimiento del Miedo se cumple y todo es Amor, sin fragmentos, sin fisuras o duda.
Esta vez mi cuerpo, cuidado y a salvo entre las hayas y olmos del Forum, reconocí mis formas Sirianas, padre y madre, y de ahí a mi-mismo miles de eones atrás. De esta manera, antes del encuentro con los actuales Sirianos, pude saber por anticipado lo que nos aguardaba: otra raza, desconocida para ellos, había entrado en su sistema binario y empezado a construir una base en una de sus lunas.
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Outrise, by Ivan Khomenko
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