sentado en el mirador
sobre la serranía cruda
del invierno, surge
el diamante que gira
reflectante
sobre un eje inaprehensible
Un aspecto de mí mismo
ajeno a toda forma terrenal
Y habla:
"...suelta, no quieras
atraparme, limitarme, matarme
en la palabra;
no dibujes, no imagines, no musiques,
sólo respira,
llénate de mí, gózame
sin movimiento alguno..."
un águila otea círculos
el valle; otra, surge otra
Cierra el círculo en los cielos
Y es dicha compartida
hoy, en la rutina, quise
bendecir aquel don
con la palabra
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