viernes, 2 de enero de 2015

Si una noche...

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 Uadi Biban Al-Muluk, donde las puertas de los reyes se abren en el tiempo para que salgas de la inmediatez de tus cuentas pendientes. Aquí, desde la amante del silencio, Meretseger, la colina que domina el Valle de los Reyes, Luxor se transforma en mi mente en la imperial Tebas y el Nilo plateado a estas sudorosas horas del día se llena de las antiguas falucas cargadas de trigo, orfebrería, de perfumes y papiro, de vino. Circulan incluso los pequeños botes que los pescadores fabricaban a base de manojos de papiro.
 En esta colina, siento que la vieja diosa cobra me protege de cualquier sicario, y el viaje en el espacio y en el tiempo se hace real. Justicia y sanación de su mano silenciosa mientras revivo el momento en que abro la puerta del coche en Alfahuir, en la oscuridad de la noche valenciana, y sin dar margen alguno al chófer le estrangulo con el alambre preparado tras decirme lo que necesitaba saber. Ninguna señal de alarma, y cual ofidio invisible desaparezco de la escena.
 Había dejado una pequeña maleta de viaje en el aeropuerto de Manises. Esto podía suceder, salir de escena radicalmente y desaparecer un tiempo cuando los canales de comunicación con los de arriba se rompían por muerte. Pero era la primera vez que yo me veía en la lista de los prescindibles, y en este negocio, a los prescindibles no se les deja en paz más que en su tumba. Incluso esto es un decir, pues sé muy bien, como buen profesional del ramo de los limpiadores, que si las circunstancias lo permiten, no ha de quedar ni huella de la existencia del 'prescindible'.

                                          Steve Hackett - Valley of the Kings

 Tengo contactos en Egipto, concretamente en El Cairo, donde llevé a cabo labores de agitación y limpieza cuando llegaron órdenes de quitarle la butaca a Hosni Mubarak. Ni entro ni salgo en el tema, me considero un buen empleado, pero no por ello dejo de informarme por la prensa de todos los colores y por lo que no es la prensa oficial: el viejo se había aferrado a su trono y Egipto es una pieza fundamental para la diplomacia en el mundo árabe. Me infiltré entre los jóvenes de la Revolución Blanca con la facilidad que me dá el dominio del árabe magrebí, el dāriŷa, aún si tenía que hacerme pasar por un universitario de Tánger que visitaba El Cairo por motivos de estudio. No en vano, para circular por el mundo árabe, uno de mis documentos favoritos, perfecta falsificación, es un carnet de la Universidad Abdelmalek Essaâdi de aquella ciudad. Me dediqué a difundir la supuesta alegría que me procuró la Revolución Tunecina, sencillamente a hablar a los más jóvenes de las bondades de un régimen menos islámico. Había que favorecer la subida de Mohamed Hussein al poder, entre los males el menos. Sí, tuve que actuar en un par ocasiones, un par de líderes de los Hermanos Musulmanes que resultaron ser mucho más de lo que decían. Nadie me vio, no interesaba la más mínima publicidad. No dejé rastro.
 Mera intuición, presientes inercias y fluctuaciones de presión internacional que van y vienen, como si nada hubiera cambiado entre el Oriente y el Occidente desde que se usó la excusa de Helena en Troya, la de la democracia ateniense para las ambiciones persas, la de Dios y la de Mahoma para las Cruzadas, la del petróleo o la de Palestinos y Judíos, etc. Intuyo que la separación Estado-Religión y la igualdad de derechos entre hombres y mujeres es tema espinoso entre ambos mundos con el significado de la palabra libertad en entredicho en todo el planeta. No es mi función otorgarle la razón a nadie. Parece se lo toman muy en serio eso de quién tiene la Razón y si te descuidas, le cae una de hostias a cualquier colectivo que 'grite' de más. 
 Así que la trama de corruptela de mi país natal no estaba desconectada de los bancos europeos y estos, a su vez, tienen mucho que ver con el dinero árabe, y ahí juega todo el mundo. Me huelo que el cambio de negocio y monopolio de la energía que desestima los combustibles fósiles para dar salida a los productos que funcionan a partir de los combustibles 'limpios' está dando ya mucho juego. ¿Van a por Venezuela? ¿A por Corea del Norte? ¿Pretenden desestabilizar el poderío económico de los países árabes con petróleo
 Y en toda esta movida va y soy 'prescindible'. Y una mierda. Hice hablar al chófer mientras le apretaba con el alambre. Tenía acento del Este: un empresario, valenciano, por más señas, un tal Héctor Fabricio. Les pagaba directamente, estaban a su servicio, guardaespaldas, ex-Securitate de Ceausescu. Sí, le conocía de prensa.
 Meretseger me acuna de nuevo en su silencio, y la cálida arena de los desiertos me acaricia el rostro. Respiro profundamente. Las estelas del Nilo me indicarán el camino a seguir.
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