I am who I am...
takes infinite forms
under infinite designs, laws
of infinite universes
KUBRICK, MALIK, NOLAN'S ROOMS
AND BEYOND
Un neoclasicismo aséptico de luz y geometría obsesiva, matemática pero muerta, inhumana donde la percepción del tiempo ha sido corregida, la habitación diseñada por una inteligencia cósmica para un nuevo parto evolutivo que afecta a los límites de la conciencia. El ojo de Kubrick, sacudido por el torrente de información atravesado, trascendido el yo y su limitada percepción de espaciotiempo, adquiere la mirada del universo.
Malick se va al otro hemisferio y crea una habitación familiar habitada por las tres personas padre/madre, hijo y la naturaleza infinita hacia la que se abre y en la que se desvanece. ¿A dónde lleva en planos sucesivos corte tras corte? Un mar y un cielo que se confunden con una figura humana, la del hijo en su viaje de trascendencia hasta que esas aguas, esa nueva orilla, ese cielo es ahora habitado por los seres que pasaron por su vida y deambulan fuera del tiempo. Enfrente la vacía geometría de una ciudad deshabitada. La inteligencia en Malick es impersonal e inmanente. Como en Emerson, Thoreau o Whitman, la mente no eres tú, estás en ella y desborda absolutamente tu pobre capacidad de entendimiento. La habitación de Malick se tiñe en su salto espaciotemporal con los colores de lo numinoso, una metafísica carente de geometrías (y sin embargo debió ver mil veces el encuadre de Centauros del desierto, la casa, la puerta y John Wayne, con familia, sin familia, con familia de nuevo, solo que aquí no es un salto cósmico o celeste, es un desierto, muy bíblico, muy fordiano, es decir anclado en el Viejo Testamento:ojo por ojo, diente por diente jehoviano; ¿lo contesta Malick en La Delgada Línea Roja con el marine que le arranca los dientes al soldado nipón?)
Nolan lee y estudia la física moderna, la cuántica de las infinitas posibilidades. Su cuarto, el de la hija a través de la percepción del padre evolucionada puntualmente...to be continued
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