miércoles, 1 de febrero de 2023

Pretty blue eyes. Eric Clapton


temblabas al otorgar tu dualidad al todo, te escribían las estrellas en la palma de tus manos, sin tiempo, sin material suficiencia, oceánicas avenidas en paralelo de extraordinaria similitud, dados en trance girando sin resultado en absoluta dispersión, estilosa mezcla abriéndose en rumorosos temas: palabras, versiones, comentarios reseñando tu naturaleza. Toma el azul tu palma para derramar su cielo, indefinible, oceánico, avenida de horizontes 

hay multitudes como unos en la ecuación, abanderadas muchedumbres con sus músicas registrando números, estilosos bulevares inclusivos en difícil concomitancia, similitudes aparte 

me alcanza su choque, su vinculación territorial, el tope de su mental paradigma, su liso fluir. Certifican mi cárnico apego, el bruñido de mi frente por milenios de historia, mi fonográfica dependencia, su industriosa labor animal. Hay muchedumbres de unos llegando a su puesto en el mercado de las baratijas, interminable lista de ofensas y desagravios, un celo posicional que hace girar el mundo, elaborado comercio de las formas, intercambiables unos de la ecuación en boga, barnizadas copias a ras de mundo

uno en tu estudio revienta chispeante multitud, final que es principio, fluido comienzo hasta su solidificación, azul derramado, informe aún, sin duración establecida, precioso disco de roca helada de imprecisa cronología. Extiendes tus brazos alargando la palma de tus manos, hay uno en cada multitud, ya estuviste aquí, donde la misma onda te atraviesa. Sí, oceánicas avenidas se entrecruzan en inflamado campo, en sencillo baile sin pautas, viajeras islas del pensamiento dejando estela nocturna, sordo canto cercano a tu alma, sin dueño. Restas roca al azul tras abusar de tí mismo, difícil concomitancia, final que es principio, hay unos parciales en cada mundo

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