eres dispositivo de invención a cada alucinación inconsciente, un principio inconsistente de perpetua creación, un manipulador del sonido primigenio con tu aparato muscular
colocas las formas en tu estante mental y hasta te encadenas a ellas, reproduces dualidades en modo proyección materializando otredad con la incertidumbre de su reverberancia, complejo sistema de pregunta-respuesta sordo a sus ecos. Le agregas capas de ruido interpretación tras interpretación, e improvisas. Graban tus registros bucles mentales de diferente aspecto en el afán de armonía, de un tema melódico como forma de sentido
tu variofono fabrica combinaciones en soplos precursores donde luz y sonido se funden. Y en artesanales mecánicas se ramifican buscando nuevas combinaciones, directa manufactura
usas afinadas técnicas con que burilar la materia, grabas la noche con voluptuosas estrellas desde irracionales meridianos. Angélico te me apareces entre las rocas, un daimón buril en mano
acuática interfaz te concibe en las dimensiones pertrechadas, anima tu obra con diversidad de líquidos, transforma estados de lo que ves y no ves desde antiquísimos conceptos, basamental idea de tu universo, todo un artista en pleno desarrollo
comparto aún si creo esconder, visualizo marcos que estructuren mi mundo con evolutiva técnica, flirteo con el ser hasta cristalizar aspectos de sí en experimentales formatos. Su consistencia es cero, al que le emparejo un uno hecho de sutiles preferencias. Estos trabajos giran en espiral
tu pequeño electrotaquiscopio gira sin cesar como una memoria independiente de tí. A su máximo giro, liberado de tu ego, te da imágenes que no te pertenecen, te regala tejido espaciotemporal en un viaje sin cuerpo. La ilusión de movimiento queda en transparencia. Y de reprente, la rueda se para, se vitrifica la calma en infinito mandala. Se ha activado tu dispositivo de nuevo
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