colecciono organizadas constancias en departamento de impresiones, sumo representaciones del mundo y su flujo entre el día y la noche, museos del encuentro conmigo mismo en tierra de nadie
león y ave reposan en artificial óleo, expone una principesca inmovilidad, un realismo otorgado
ruge el animal en un movimiento de fauces encendidas, sus miembros tensos como artística fundación de la materia, una sociedad nacida de místicas espigas dedicada al cultivo de la vida. Especies, géneros, historias de otorgado realismo hasta en el más ínfimo detalle, que harás intimo. Cambia el óleo su enfoque por implementar los problemas de la perspectiva para el departamento de impresiones, generar solución al más dramático de los paisajes, desnudar la espiga para el grano, de la bucólica escena al incendio de la luz (Turner escupe al lienzo), el grueso impasto ardiendo en mi pecho. Acorto entonces el tiempo en un símbolo como balsamera de esencias, fosilizada experiencia que el druída fluidificará de nuevo. Se oscurece mi alrededor con la salvaje riqueza de la noche, se hacen complejas las formas, una profunda amistad con los más minúsculos seres. Se expanden los gritos florales, la vegetal putrefacción, las ociosas larvas regenerando mi arte, el suyo. Murió la guerra diurna en esta nocturna voracidad y se ha llevado tu nombre a los vertederos minerológicos, una geo lógica que no te reconoce, oscura viuda de la ruidosa vigilia. Me está dibujando recuerdos para el departamento de impresiones
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