sabes ya de la sentida admiración por la casualidad absoluta, a sus matices respondes conjugando las formas con creciente maestría, una inteligencia que se afina
aseguras tus símbolos contra toda parcial localización, vas prestigiando tus representaciones moviéndote entre vacío y modernidad, una constante secesión del Yo. Gustas de ajenos jardines y terrenos recién plantados de clamoroso símbolo, ornamentados murales donde manifestarte artesano de los encuentros lumínicos. Visitas esas galerías desde un ahora intelectual, afinas esa estética certeza con la impagable ética de tu romanticismo, todo un ideario de recurrentes desnudeces por hallar la fuente verdadera. Sensual te reflejas en cada hoja ofrecida, indolora clareas a cada esbozo de totalidad, inaprehensible certeza, terrenal libido de lo orgánico
y también declaras esa extática admiración invitando al verbo a su compleción sin aspectos, conocimiento puro gustando de sí mismo
trepas el ser por la excepción más rara, una predilección por el sintético símbolo, la verdad obrando por todo quizás en tu abierta admiración, la gran masa corpórea en sus puntos críticos. Esa fascinación compuso tu ósculo de partida, una imagen en fundido al negro, al blanco, al no-color. Esa magia se dora en sutil romanticismo, me envuelve de pequeños objetos cotidianos como puntos de referencia. Y existes, se retratan tus personajes
fuiste mujer como notable vida cuadrando civilizaciones, vistiendo la materia de color, besándola con la elegancia de su roce sutil
eras sin necesidad de creencias, en tríadas te escindías por razonar la inmensurable multiplicidad: querías conocer
quién era esa dama poderosa que te diseñó? Cada época una tendencia, ciclos donde canalizar su fuerza, regurgitar sus cachitos de conocimiento
obra tu escalada la depuración de tus intuiciones, va destilando su trascendencia sobre el lienzo diseñado, sutiles gotas de certeza que cualquier arte usa en su expresión. El cuerpo inspirado figura diferencias, elegante musa de absoluto sin rostro que juega con sus posibilidades, cruda, sensual, sexual. Se manifiesta el deseo en púdicas e impúdicas formas hasta su sublimación colectiva. Queda abajo su cúspide a ojos del soñador. La cámara de los análisis revolucionándose de tanto en tanto, un ensayo novedoso, un gesto transgresor, una escueta visión
múltiples formas de amor tuviste, asombrosas amantes que te hicieron más humilde, discretos caballeros del despertar, un felino leal. Figuraba tu devoción las diferencias que te iban convirtiendo en pensador, la amistad del infinito
se dora esa supuesta magia a cada ajustado encuadramiento, la ensoñación destella en su tibia provocación, se desenreda el cuerpo de sus mentales nódulos irisando de nuevo el valle. Acabamos de abrir los ojos tras el profundo sueño
no sabía que me dotabas de tonalidades desconocidas, que mi cautiverio me liberaba, que me hacías espectador de un universo interminable. Con tu metal precioso me encantabas, tu joya deslumbrante entre los ojos, la oportunidad de lo increíble. Me alcanzó tu arte
se dora tu voz al obrarse en cada esquina, sabe ese oro de tu origen, y ya no te sorprende, tibia provocación, sutil decir. En poderosa alquimia transformaste mi metal nutriendo a mis ojos de belleza, una inteligencia que se afina
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