Hello. Poe

cada estación te saluda con abrupto golpe emocional, danza pura en ese canto de abundancia que apenas sí controlas, la genuina rotación de tu alma con el eje planetario 

viniste a experimentar hasta la extenuación, samplers relacionales hasta desentrañar arquetipos, un patrón conductual que se repite. Empírico sigues al adolescente descubridor, desinteresado valoras su interesada colaboración, sus vitales secuencias. Con musical maestría vas graduando sus requerimientos, registrando sus ecos 

te saluda el río con sus doradas gotas 

sellaste ciertos registros con dilatoria fuerza, granos de arroz en el laberinto 

liberan los meses ecos que se van mezclando en inusitada electricidad neuronal, generan pequeños abismos oníricos 

se renuevan los meses junto con los nombres que dan sus voces, definen movimientos que articularán tus encuentros, piadoso amor por tí mismo sin ápice de pena, los términos de una paz duradera. Esa conexión glamurea como un rostro despejado de arrugas, un equilibrio tenso que va sumando vida. Va rodando el mes por las laderas, doradas gotas le salpican, se esquilman los nombres de pomposos adjetivos. En la cima unos jinetes mecen el mundo 

previa cita galáctica me encontraste por un ansia de compleción, arcano registro, primordial eco, dorado saludo. Me habías dado pistas desde las que empezar los herculanos trabajos. Ya me habías oído pasar junto a tu aura eones atrás, una libélula en el jardín, mariposa tal vez, mantis...Atemporal inmanencia. Verde lucecilla viene al jardín con agradable ondulación, dimana pequeñas cápsulas de felicidad, chisporrotea letras indecibles, una distorsión de la mente común. Lo humano se va en una corriente de pensamiento pasajera, va rulando insignificante en esa liberación. Será versión más tarde, un sencillo instrumento con que modelar formas. Disfruto de su aéreo ronroneo por un instante, verdífuga cápsula, en su expresión se pausa. Vuelve a rolar hasta desaparecer 

aquellos delicados giros abrían frecuencias paralelas, festivos encabalgamientos musicales hasta detenerse en un conmovedor silencio. Registrana de nuevo la estrella polar un punto cardinal, la proximidad del tiempo 

se acorta esa liberación con tanta alternativad posible, se reafirma la piedra en su lecho, se ha encadenado Alicia a un árbol

te saluda otra estación describiendo su amalgama de emociones, rodados cantos se posicionan como letras en hermosas alusiones literarias, psíquicas referencias de la ironía al llanto, críticos nódulos neuronales que el cuerpo, bajo esa orden encubierta, reproducirá fiel. La desnuda cima te saluda con la maestría de un saber olvidado, una vía de conocimiento despreciada. Brilla ese pico incólume con moderada electricidad, pura danza