Emotion in motion. Ric Ocasek (POPFONÍA)

tu oscuro te conoce de siempre, te lleva grabado a golpes, te reconduce por modelos parciales rodando los años a vista de pájaro, un matrimonio atemporal

naciste acaso como canto de ave muriente, una consecuencia cardiovascular de hipertensiva sensibilidad, un departamento del ser quirúrgicamente intervenido. Tu paulinatina aclimatación te ha esposado a tus congéneres, vives su música, vas escribiendo su testamento con la expresión merecida, herencia a su vez del abandono primigenio

perezoso, confiesas tu llanto en lágrimas de tiempo, cada gota una densidad física, una inapetencia que te va desarmando, una caja más que se vacía  

subo a escenarios emparejados, dualidad de aquel acaso que anunciaba separación, la necesidad de un distanciamiento emocional: sigues compartiendo mundo, modelos parciales, una versión una época. Todas ellas, graciosamente, te dicen "Cuídate!", y les brillan los colmillos 

cada momento es una secuencia única, en ascenso, en descenso; unión, desunión, nada definitivo, el cambio mejora momentos desde una perspectiva impersonal, sacrifica incluso individuos de cualquier especie, un contrato que firmaste, al parecer, antes del tiempo, por el que no te pagan. Aquel acaso es un portal  

vas haciendo provisión de saberes matrimonio tras matrimonio, venida tras venida, largo proceso evolutivo entre unión y separación. Incluso muerto no resultas definitivo, paulatina aclimatación sin derecho a posesión alguna, largo abandono el que firmaste 

hay valles de vertiginoso descenso, de respiración entrecortada, de lugares nada familiares donde el yo y el tú, el nosotros y el vosotros se remezclan con violenta agitación, donde el espectro de la ansiedad curiosea tus maneras buscándote impulso, templándote nervios. Hay valles donde tu bestia se reagrupa, una suerte de reposo

nuevos alfabetos se te insinúan sin moverte de casa, trabajan el mundo de otra manera siempre huyendo de modas, sin edad, sin medidas. Crece sin darte cuenta tu paulatina aclimatación, tu dependencia acaso. Y ejecutas 

van rodando tus modelos ante tí, te vas sincerando con ellos transitando lo que crees defectos, acompañándolos por descubrir su cósmico trasfondo. Su aparente trastorno es condición de aprendizaje 

los días modelo comparten contigo su artístico tránsito, te obligan a atravesarlos, y das expresión a sus emociones: esos días te vacían con hiriente frialdad, un filo que tatuara imágenes en tu piel, que te arrodilla ante la oscuridad. Cuidas tu llanto oculto como un manantial de abundancia 

valoras tu herencia en millones de años luz, valoras tu descendencia como posibles destinos, musicales variaciones de tí mismo en paulatina aclimatación, modelos parciales corrigiendo percepción. Tu oscuro te conoce, aún esposado a tus sentidos