en los años me detengo, y me recreo entre las colinas disponiendo paisajes sentimentales como pequeñas trampas sobre las que tenderme. Me avergüenzo entonces de mi imprudencia emocional, tan expuesto en esa detención
me traes sucesos como una suerte de homeoterapia continua, me grabas el afuera reivindicando sus condiciones, caótica actuación que se me llena de referencias, y de ellas te disfrazas. Muestran tus manos su afilado talento para manejar lo que ves
es posible imaginar desenlaces desde los que debutar con nuevas formas, una meteórica reconquista de tu mundo, despertar desde un susurro inesperado
me adelantas, te adelanto en el cambio de frecuencia, me conviertes en tu accidente protagonista, esta ley de los problemas como adicción al mundo, como cura en tu árbol intoxicado deshaciendo la línea entre vida y muerte, tu aversión a la verdadera comunicación, de la que huyes espantado: "vaya pesadilla corriendo con una bestia detrás", y eras tú la bestia, decesos y partos en rigurosa dualidad: crees que alguien gana? Descubro mis cadáveres por un Ganges celestial murmurando el profundo canto de la tierra, comparto su iniciático desfile y especulo posibilidades hasta la sobredosis. La muerte determina la vida, mi corazón se dilata
minorizo mis Cuándos en la iniciatica aventura, en solitario me grabas con absoluta fé, haces de mí copias formales a cada giro del mundo, conciertas este juego entre las estrellas rivalizando contigo misma
y sigo los años con material pleitesía reformulando la orquesta de mis sinfonías
me ama la muerte con su inaudible susurro, un amor personificado que de igual a igual me acepta, una atemporal maternidad y su intenso vínculo temporal, devastador a veces, provocativo otras con sus bruscos giros vitales
la tragedia cruenta del conflicto permanente nos embarca en prolongada odisea, y sin embargo el silencio estelar no marchita, su música grabada en tu ADN tan viejo como ese sello cosmológico por el que tributas, tu niñez estirándose en el tiempo
la medida de tu avance es el arte de los siglos, tus aparentes pérdidas en el espacio paginándose entre los sucesos
se cobra lo enfermizo sus muertes con la oportuna dedicatoria, el recuerdo revivido en exclusivas líneas temporales, tus homenajes al tiempo
nazco punto cardinal que imparable migra hacia lejanas islas, nazco danza de la madre tierra bailando con sus hermanas, familia que muda de especie en especie en perpetua adolescencia, un allí de pleno conocimiento
me dibujan las rocas en el río corazones extraviados, les dan un peso en la corriente, y en las colinas me recreo
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