artista eres del nombre, la perspicaz maestría de todo espectro abarcándote en la obtención de formas. Se llena el salón de mundanos jurados a interpelarte por las galerías del tiempo, el aire se representa exhibición de tu trabajo vital, un museo sin espacio
toda posibilidad la experiencia de tu talla, un poder que te absorbe
por mundos has viajado de finos matices diferenciales, a través de sus gentes has ardido, de sus aguas y paisajes, trabajaste su poder hasta retratarte cubo a cubo, destacarte sobre el lienzo. Y clamas por sus obras desnudo en la floresta, por sus salvajes emociones inspirado, corazón auténtico que de repente ocupara el espacio, un pálpito más allá de lo sensorial, un sentido último
dibuja ese poder con infantil mano las ilustraciones que serán, los nuevos conductos sanguíneos del cosmos, artista del número aprendiendo de ese amor incuantificable. Te educa como tiempo que dará sus instrucciones en intensivos colapsos, una academia abierta por los regueros cuánticos. Allí que es aquí y allá se te entrena en los oleaginosos campos: darán su agua, sus gentes, la anatomía de tu entorno. Artista esculpirás esos pasos, ilustrarás un antes mientras el sueño te contiene. Te persigues por sus galerías dotándote de relieves, completándote con nuevos miembros, aquí, allá, allí como adverbios de la onírica acción, años como adjetivos de un matiz diferenciador
te trabaja el arte el sueño dedicándote sus antes, agenciándote ilustraciones impensables, formándote en la abierta academia cuyas rigurosas leyes devienen flecibles juncos, tu adaptativa anatomía en el oleaginoso relieve, mejorado libro de instrucciones que realzarán su arte. Esa educación superior no tiene centro, es un continuo fomentándose a sí mismo, un aprendizaje creativo que recicla sus deshechos: desperdicia nada. Nonato constante va dibujando arcos de luz con lápiz de subpartículas, un legado de poderosos nacimientos
No hay comentarios:
Publicar un comentario