trajo la primavera motivo nuevo: parejas de la mano como arbóreos arbustos del camino
conoce la valla de enfrente mis perceptivos límites: estilizada compone sus obtrusivas geometrías con blancas y sonrosadas adelfas decorando genuina sus muros. Ardillas y pájaros le cantan remezclando los colores del jardín. En una síntesis genial me exprimen néctar
renace la villa madre sumergida en su música de adoquines y esquinas, padre joven que ordena estantes y mojones, su particular biblioteca mental, clasifica, una cuidadosa demasía
relajan su faz las parejas, hay una consciente languidez en ese fundido de alma mundi, participa la música de esa liviana euforia, brillan cristales rotos en la acera
circular actúo en la extensión de mis rayos, visible transmisión de la materia que te alcanza
describe el motivo a los pioneros de ese hogar evolutivo, allí donde se formó la primera idea, allí donde el sonido carecía de forma, donde el ingeniero, binario, se desdobló
me alcanza, sí, tu dedo relleno de significados, alcanzó mi pubis obsoleto en un trasiego de músicas e imágenes intercambiables, improvisaba los días ambiguos que destilan conocimiento, me anunciabas la grieta por donde el valle de nuevo eclosionaba, un motivo de incesante primavera
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