lunes, 24 de julio de 2023

Doble concierto. Brahms

andante movimiento numera la ascendente constancia de este viento que me sigue, una suerte de solista con sus octavas del amanecer. Solares tangentes le alimentan entre troncos y rocallas seccionando la temática coda. No hay centro 

en cachitos de tí te multiplicas por concertar lo menor en lo mayor, compones una orquesta a cada estación 

con alegre vivacidad editas tus usos de la forma en breves secuencias siguiendo un patrón numérico, letanías de inquietud transmutada, solitarias tonadillas e infranqueables muros sonoros, cada decisión un movimiento neuronal exento de anécdota, terceras y sextas sin dramática causa, puro efecto gradual, secuenciada coda de lo amable a lo funesto que no se cierra 

te escribo con arca de chelo en mano, una vieja amistad sirviendo a su propósito, piezas que reconcilien la aparente arbitrariedad, la tensión de los opuestos. Esa relación se alarga en un pentagrama del que no soy dueño. Fraseo y silencio se combinan en libre notación de infinita permuta

la anhelada alegría carece de movimiento externo, es su densidad liviana, no requiere trabajo alguno. Se abre quizás en compases de sorda cadencia que apenas se expone, quizás una suave brisa aluda a ella. Esa apertura aprecia toda recapitulación en su conciso movimiento, una coda sin cierre 

la estancia de los instrumentos mentales se airea a veces con la simplicidad de una pieza tal cual trasplantada de algún jardín lejano, sin biografía, sin material planificado, ni una sombra de  especulación, ni un solo respaldo lógico, depurada forma 

veo dividirse mis piezas como células en perpetua comunicación 

sí, te escribo entre sustos que las ideas traen de vez en cuando, me convencen de una cordialidad sentida, la amable vergüenza de mi propio error, la sencilla renuncia a todo acto de imposición. Te sé como me sé a mi mismo sin necesidad de lenguajes 

se desdoblan los años en sinfónicos recuerdos, en movimientos de partituras desdibujadas, solistas, orquestas, comparsas, barrocos remitentes, clásicos, entrelazados, desatados, temáticos procesos de cada composición 

reacciono a tu electricidad, soy audición orquestada en esa invitación que apenas asumo, sala aromatizada por tu fragancia emocional, la orquesta me estrena un siempre sin partitura, me hace composición 

en mí se imprimieron tus notas velando por toda posible interpretación, esa eólica constancia 

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