soy cuadro aludiendo al siempre, poema de corcheas musicando tu sueño, voz inclusiva
para el pincel su tempo en evasivo roce, mira destino por visionaria crin, un instrumento que medie entre mis mundos sospechando su tangencialidad, las líneas que a mi llamada se esconden. Usa esa realidad eficaz abstracción
es lo candente frugal alimento a mi espíritu compositivo, sin evidencias. La crin es ahora cuerda de violín
mis más inclasificables personajes se ningunean entre sí en amistosas frecuencias, se anudan unos a otros hasta dejarse marca, desfasar la rosca, la asfixiante atadura
me usan las herramientas mundanas dotándome de color, manipulando mis formas con matemática precisión y el necesario picante, dando ritmo a todos mis órganos en su locomoción. Y le ponen nombre
el pincel ve sino, viaja recién nacido a nuevos mundos, descubre nuevos testigos de la luz, las formas le bailan desconocidas sinuosidades uniéndosele como espíritu de libertad. Cabalga azul con los jinetes del cielo
me afecta tu paso bélico con sed de sangre, tus denigrantes tachaduras condenándome, tu mortuoria morbosidad. La vida está detrás: sólo aguarda tu epifanía
posee el color si propia necesidad, tú, que dejarás de perseguirlo. Sabe siempre del ser, te pinta un Yo: soy cuadro aludido por el siempre
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