jueves, 30 de mayo de 2024

Plotino. SIN FONÍA (de los avatares)

es aquí donde entro en la poderosa contradicción del uno y su multiplicidad, del conocimiento al que no accedo, de idea y símbolo como representación que fracturan mi percepción, la comprensión que el concepto contamina. Es aquí la aceptación de mi ignorancia, el puente que cruza esa quiebra, la cercanía de ese abismo del que formo parte, atisbos 

Ra (Atum), Shu, Nut, Isis, Seth, Tefnut, Geb, Osiris y Neftis compilan milenios de luz solar sin desfallecer, recopilan las enseñanzas impartidas por el planeta hijo 

yo, hijo a la vez y padre, madre e hija, vivo la razón y su contemplación, pienso el pensamiento torrencial sobre aquel puente, filosofo el tiempo agradecido en mi propia ausencia, donde júbilo y añoranza se equilibran 

elaboré estructuras como teosóficas columnas sobre las que apoyar posibles universos, plantar realidades de sus emanaciones, predecir consecuencias en sus inmateriales capiteles. Y volver al uno donde la inteligencia se disuelve 

no es mi felicidad pertenencia sino aspecto de lo inmenso, integradora visión que cada inspiración regenera. Esa eudaimonía es previa a tu consciencia, es conciencia 

es la vez razón desalmada, una instintiva entidad, tan divina como su opuesto, aún si parecen no coincidir. Se miran a ambos lados del puente, los ojos de tu cuerpo y lo que no ven: en el uno confluyen 

mis movimientos por el cosmos proceden hacia lo múltiple desde una constante medible, una descomunal inflación del pensamiento puro, inmanente como emanación. Y me repliego hacia el uno (antropológico centro que habré de desantropologizar)  en mi camino de regreso cada vez que vuelvo a casa 

ve el continuum tu fondo sin doctrinas, un complot de realidades alternativas, sus discípulos correteando tras la hipóstasis de turno, terminando sus textos de puño y letra, tramando sinos en teóricos corpus 

el movimiento me encuentra cosmos en fases, me desarrolla desaparecida unidad en ilimitados múltiplos, cosas que sin cesar emana. En un momento me repliego en total descreencia, sin niveles, sin materia. Trato de volver a mí 

la idea teoriza hacia la dificultad, describe lo que cree entendido con un concepto referencia, un hilo que se descuelga de la unidad, más fino, más grueso, se aleja haciendo bucles hasta perderse de vista.  Unido a una persona figuramos una mística que la transfigura en un halo de misterio

el movimiento es cosmos comentado, visiones acordadas traspasando niveles que semejan jerarquía, armónica conversión dotada de vida, elástico tiempo que lleno de orgánica belleza añorando perfección, su eternidad. Me muevo, sí, una suerte de inmaterial necesidad 

alfa y omega es un punto de infinita densidad en expansión, emanación de ser incognoscible ("y por el camino yo me entretengo")  

está cercana hoy el alma, de cada cosa expuesta propone, dobla la atención de mi naturaleza, extrema mis vínculos terrestres tirando de mí, asocia sentidos para el acto de creación, un movimiento que se plasmará

van los conceptos adquiriendo su numinosa capa, promoviendo especies en torno a su idea con indiferenciada obstinación, posicionándose fuera de cualquier azar como una entidad omnipresente

se amplifica tu función que en su luz observas siendo portal de la inteligencia de la que dimana, la imagen que fabricas enriqueciéndose en el tiempo. Se agranda tu observatorio para una afirmativa contemplación que se va simplificando tras la complejidad sensorial. Va perfilando la idea de entender, al que no llegas: lo intuyes. Hoy da buena sombra el olivo 

empecé hace mucho la trama de mi singularidad, tan indefinible; voy agudizando mis predicados, un atributo biológico, aún si me desalienta la pobreza de mi imagen; voy aceptando su imperfecta capacidad, mi más inmediato entorno 

el saber tan sólo es un nivel de realidad, una traducción de lo invisible a lo visible, una explicación por mímesis inconsciente, una semejanza aproximativa. Rodea la luz del Sol la sombra del olivo 

mi propio peso es antítesis, tiralineado reflejo si quieres de aquel saber. Al desandar el camino, si se te permite, hallarás fuentes de agua fresca que te alivien. Intuyes al fondo una absoluta liberación de cualquier autoengaño, del banal entretenimiento, una inmanencia en vida 

eres entidad creativa desde una voluntad que te trasciende, eres emanación en sí, eres efecto de una decisión tan antigua como el tiempo: lo que das no tiene pérdida. Eres sustancia que en niveles se explaya corrigiendo detalles de su propia imagen. Y estás aquí 

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