origina mi aliento zonas de baja presión, cálidos principios de largo recorrido por las tibias aguas del equilibrio. Pero genera nubes muy compactas
soy coriolísico efecto en la rotación terrestre, un desvío de intermitentes conversiones a cada monzón que me recorre, el aire húmedo aligera mis regiones más espesas, media entre cielo y tierra. Templan los rayos del sol mis emociones, encuentran las islas necesarias, las consecuencias no asumidas, las grandes masas de pensamiento caduco, halla mi aliento sus zonas de baja presión. Puedo ascender a las corrientes que compensan mi peso. Provocaré nuevas intensidades pluviales con que anegar mi alma
me atraviesa la mitología de antiguos nativos, tuerce mi humor su cautivador poder, desencadena mi propia rivalidad cual endiosado tifón. Ambos, enamorados del viento, nos refrescamos tras cada desacuerdo, con legendaria pasión luchamos por una imposible unicidad. Nos miran acobardados campesinos y navegantes, las gentes sencillas
tu influencia es un viento en la soledad vespertina, un calendario sin días redefiniéndose constantemente, una función biológica que me desarma, y espero la lluvia. Siembro con aliento entrecortado, un día más, momentos
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