aún me queda mi mejor versión de tí, impagable leyenda con la que replicarte, un modelo de vuelo intransferible
desaparece tu forma al escampar la furia de tu animal sagrado, mesurada apertura de un camino nuevo hacia el que te desplazas
el entonces sólo queda como oxidado miembro de tu aparato psicomotriz. Una bandada señala camino
eres parte de ola sin género, y la costa que erosionas, las rocas que guían a aquellas aves, la incesante actividad hacia infinito, un cambio de formación
renuevas viejas expectativas, las que pusiste en la lanzadera del tiempo, varías tu altitud por ver tu cosecha, esperas a veces entre los pájaros, cierras etapas
se van tus miembros disgregando, una digresión por cabeza, furia escampada, mesurado ritmo, juventud oxidada, mesas tus tiempos
como si la ira hubiese traído nostalgia te grabas el nunca en tu campo semántico, visionas sonidos que dejas se explayen hasta la forma imprecisa que el nunca engulle
grabados como ultimátums giran en tu invisible campo de visión, cantan en tu ausencia, se oxidan tus miembros
duerme tu vieja guitarra en un rincón de la casa, sueña alturas de cruda escalada con hiperbólica sensibilidad
la ira amable clarea sobre las rocas erosionadas, mesas los tiempos. Hacen vibrar los pájaros las cuerdas oxidadas de la vieja guitarra en el cuarto, buscan su origen
tu canto es un germen de luego proponiéndose ser: se aleja entre armonías y la digresión de las voces, una por cabeza, la juventud es un campo semántico infinito lleno de acrónimos y anagramas por resolver
se agrupó tu origen a una antigua llamada, no tiró tu creación de opuestos, no amenazó con exigirte algo a cambio
nunca saliste del ser, sólo abriste un cajón de sastre por darle expresión, ponerle nombres a la vida, llegar al hoy en bandadas que se desvirtúan
pesan tus claves cargadas de tiempo, el recuerdo de otras aves
portas tenencias que una y otra vez rediseñas, lugares que el misterio ya no ocupa, terminas nada
cualquier siempre estuvo de por medio en tus temas, indiferente la etiqueta. Nunca entendió tu ira lo poco que se te pide, aves enfurecidas de todo género simplificando sus querencias, pensándose roca
ha rebajado tu lanzadera del tiempo su mesura, no te deja la ira formar parte de la ola, te mezclas con las formas sin perfil
haces jugar a la ansiedad que el temor a lo que no es propicia, miras lo otro con tu resabido proyector poniéndote las trampas que te interesan, las que confirmen tu propia deliberación
te acoges a la parte menos crítica que todo funcione en tu sensorial espectro, de tu ira te despegas
y vas sumando términos como aletas de estabilidad, originales formaciones que en tu actividad te sigan, un hoy reconocible
te dan las rocas sus coletazos de agua, una escena de movimiento apuntalado, la aparición de nuevas definiciones
doy título a las nuevas referencias, pequeñas rupturas del campo semántico como puntos seminales para nueva ola, la mejor versión de tí
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