Salamandra SIN FONÍA (de los elementales)

mi corazón habita sentimientos ajenos con sus cantarines sonetos, lisérgica y ruidosa población escribiendo sus poemas sibilinos, metafóricas realidades entre el animal y el poeta, creación ahora 

soy agua y aire común en su incontinencia existencial, animal de vida con sus atributos verbales, mi propia fantasía como cualidad y defecto, descriptiva alegoría de un bestiario inacabable. Ilustro posibilidades con gradual diferenciación, leyendas de criaturas como conceptos distintivos, hago los mundos ocultos visibles, mitifico los aspectos del ser que en mí descubro. Soy afín al fuego y sus concreciones, a la creativa virilidad y sus descendientes. Desmiento al enfriarme mis doctrinas, mi propia sed de incendio 

he sido ampliamente usado en el ámbito animal, en mi vegetal estar, agua y aire rodeados de fuego, fuego que la lluvia apaga. Envuelto en llamas me consumo

en el aquí y ahora resucito hasta hacerme símbolo, mención del primer poeta con su mano sobre roca, texto enriquecido en las cavernas del tiempo, cantarín soneto en los libros del Parnaso, "hago la ardiente llama en que me renuevo"

en tu literatura aparezco quemados todos los libros, tu fantasía en tus juegos de rol, en tus imágenes animadas, tus fueguinas asociaciones 

con multicolor cuerpo me concibes en el bestiario de las identidades, en tus divinizados manuscritos representándome con tus propias llamas, tan chispeantes, la descripción de tus probabilidades por nombrar, entre el animal y el poeta

recurre también tu santidad a lo reptiliano, libera símbolos que condenaste en tus piras de eternidad, donde sólo el papel se consume 

aludes a un conocimiento animal, los atributos de un aprendizaje pre-humano, una fueguina asociación que te asegurara la vida, un magma inapagable. Sobre él caminas sin creencias con tu antagonista 

por tus dorados ecos los asertos susurrados que amplificas, la aseveración serpentina que llega a secarte con su veneno, los pozos de agua potable que harás insalubre. Te escriben mediando con tus distintas percepciones del tiempo, fieles reproducen cada inspiración como la primera con tu grafía más docta 

este frío toca el fuego, apaga mi cuerpo animal, cae la boca en pedazos de mudo hielo, parte el reptil alado hacia otras forjas volcánicas para emerger de nuevo del fuego al compás del planeta. Exóticas descripciones surgen de ese juego elemental, una morfología transgredida, una humana representación donde habita el corazón