Shunguita SIN FONÍA (de las piedras preciosas)

hay un lado de tí por el que filtra el agua en el corazón pétreo, pequeñas partículas de generoso ánimo donde el sí - mismo se reencuentra

recibo tu nombre con el honor de una llamada mineral, una definición magistral e incombustible

juego al también sobre los planetas disponiendo de sus propiedades, de las bacterias purificadoras que permiten el agua. Se hace singular mi pétreo corazón 

se remonta al principio el conocimiento último, una regia relación de infinitos hechos, una suerte de hechizo historiado, un poder incomprensible, el lugar donde entender. Estériles dinastías conciben linajes sin trayecto, una incapacidad necesaria de la que aprender 

mi actualidad se estudia a sí misma con aplicada tecnología, de lo ínfimo a lo inmenso con virtuoso preciosismo, una constante valoración de altitudes. Se busca en la rareza como probabilidad 

nunca es vano tu esfuerzo, tareas te asignas como monjil remedio por desembarazarte de tí mismo, proceder al orden deseado, zarandear todo tu magisterio, deshacerte de la carbonilla que te irrita, materia dura por lustrar. Tratas el tiempo embebido en los brotes más arduos, trozos de tí que redondear hasta ser romos, la piedra que harás preciosa

compruebas tus números con científico ahínco, los capacitas como cápsulas de energía con que imantar tu realidad. Tú constancia es un ser llenándose de carga hasta desbordarse 

conviertes los siglos en fuentes de curación, lo conocido como prevención contra la lógica desestimada, el agua que fluye sobre tus relucientes piedras 

hago vítreos mis trazos de carbón con el calor de mi pasión, exfolio variantes cristalíneas que den valor a mi tiempo, composiciones que me aproximen al todo, una mediación entre mineral y éter

mis piedras de colores se aligeran de organismos, me reconocen roca, aquella que les habla de sus propiedades. Los números se alzan y cantan: "Oh, madre Sol que en tu vientre nos llevaste, da el lustre justo a tus vástagos!"

el ya te menciona como  anterioridad, extraña información que se hace tierra, mineral pertenencia, sistema cristalino aún amorfo, dureza que iré matizando con ligeros grises

superconduzco geológico tus capacidades materiales aglutinándote los elementos necesarios, incluso el oro que fundirás. Ese material te compone químicas personales, la adecuada combinación social 

me embarga cada impresión combinada, su aplicación de lo micro a lo macroscópico 

el peso de la excesiva información se sabe natural, una antigua conjuración interplanetaria, un contingente compositivo tratando moléculas. Con tus números le sirves, pétreo corazón, hasta filtrar el agua