no verifica mi ahora el es, su naturaleza me investiga sin objetivo definible, sondea desde mis fluidos hasta el sistema joviano que mi telescopio señala, incluso el campo profundo que evade mis cálculos, va haciendo mapas mentales con precisión de superficie terrestre
los meses hacen años telescópicos, fabrican espacios identitarios que van dejando rastros sobre la superficie que se enfría. Tiran hipótesis como dados sobre la tabla de la aceptación: pueden originar fractura, pueden facilitar la existencia en la asociación adecuada, el océano subterráneo siempre alerta
una de mis identifades compara imágenes referenciales, sondea la información obtenida en sus capturas, diferencia morfologías como un tendero, trocea
junto lunas por la noche honrándolas desde mi pequeñez, en suaves descensos las acerco hasta encontrarme, estudian sus cuerpos mi potencial
capta el alma imágenes de los torbellinos que la acechan, y les pone rostro
trata mi razón de comprender el alcance de esos mecanismos, las implicaciones de su incertidumbre, su escasez en la abundancia de existencia, su animal cautela interpretativa ante el caos
los hallazgos me toman por asalto sin más prueba que un corazón henchido, sin más evidencia que una pulsión anímica entre las sombras que proyecto. Se alisa el suelo iluminándose de gratas concreciones, una hilera de puntos encendidos, un ejército de metáforas mirando el mundo. Observan ocultos planetas, ahora
No hay comentarios:
Publicar un comentario