como antes brillas cielo con la insuperable magnitud del astro con el que tratas, luminosa blancura de sedosa y cálida superficie que me llega en ordenada cercanía, y a años luz me sitúas como sol excepcional
perteneces a una constelación familiar más antigua que tus horizontes, visible sólo en latitudes mentales ajenas a la tierra, medias entre primaveras e inviernos con delicada comprensión
parte tu noche el horizonte reluciendo el firmamento, me constelas
sólo te me haces visible desde los planetas circumpolares cuando se me hiela el alma, de objeto celeste me sirves, de cúmulo abierto en donde ejemplo. No estás sola. Tu brevedad es esta física exposición tan fiel a tu diseño, te acompaña
tu larga historia desarrolla tus funciones en aras de conocimiento, del más básico al más complejo, todo ser pensado aportando su antigüedad, habitándote manantial
en movimiento me mides por detectar tus posibilidades, tu irregular base racional. Propones existencias en la otredad, cuerpos masivos que gravitatoriamente te interferirán, objetos que procurarás tener localizados. Por supuesto azar compruebas mi grado de certidumbre hasta agotarlo, y me abandonas. Estudias posteriores masas donde concentrar tu volumen, que se va agrandando, se hace espesa tu densidad, y vas dándome cucharadas soperas de detritos anímicos, pesado material que me va encogiendo
antiguos valles me habitan con ríos que se encuentran y me crecen, horizontes estrellados susurrando el amanecer en un calendario trastocado, su helíaco orto confundido de mes. Hacen uso de mis observaciones para su repostería del tiempo, inspiradas probabilidades
caen los avatares como manzanas del árbol, métodos que acortan nuestras distancias cognitivas, acotan nuevos mundos con pincel o calculadora, inauguran movimientos impensables, propiedades ignotas, disuelven las explicaciones contradictorias. Traen consigo catálogos más precisos, nos desplazan hacia nuevas constelaciones haciendo familia
eres l protagonista de tu propia determinación, estableces la distancia requerida con cada estrella, sueltas y atas cabos a tu antojo, te propones los métodos compararados que te darán lustre, las propiedades que juegan con tu luz acentuando o no tu percepción de separación, el grado de refracción. Concluyes millones de años luz en un chispazo cerrando distancias, corriges valores y duda con milagrosa excelencia. Miras tus pies: tocan tierra. El Universo te conoce, brillante magnitud
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