lunes, 7 de octubre de 2024

Granado SIN FONÍA (de los árboles)

¿cómo saber tu árbol en la recolección? Fijan los colores tu mirar, ese rojo fuerte de una piel resistente, tantean los insectos su interior con vigirosos ademanes, el tacto de ligeros golpes que deceleren tu putrefacción. La rajan a veces con pasmosa naturalidad, vívidos sucesos tras la ingesta de algún fruto tóxico, todo un campo de cortezas desechadas. Me implico en esa degustación de contrarios como señal de vida

tu árbol es historia en el presente, culturas englutidas como beneficiosos frutos, despertares tras una enfermiza curiosidad. Te conoce, te usa tiempo desde el origen, reinos te introduce con las referencias que le das, te abre las tumbas de ignotos faraones del saber, jugosas mitologías de dioses bárbaros absolutamente humanos. Tu curiosidad azuza con los cuentos perdidos 

recolecto sus caídas hojas que con esmero trato, arreglo sus grietas, reavivo sus fisuras pegándolas de nuevo 

soy pequeño árbol midiéndose en el mundo, varía mi altura según tus ojos, me haces caduco o perenne según tú lengua, retuerces mi tronco tal voy creciendo, mis ramas sajas llevándote espinas por proteger sus frutos, das nombre a sus flores, les das color en mística conversión

cuando me polinizas cuajo en una dependencia de múltiple variedad, en la recolección crees apropiarte del tiempo 

a los granados árboles me acostumbraste, a ver la abundancia en el hecho de existir, todas las especies que pueblan el jardín. Con brillantes motivos me adornabas aderezando el espacio, y nombre me dabas 

me adelanté a las flores, al rojo carmesí de tus labios como un niño encendido, desvirtué tamaños en mi crecimiento reduciéndolos a números; me adelanté a los insectos polinizadores con expeditivo júbilo animal absorbiendo un saber estéril. Diferenciaba formas con indiferente ligereza hasta caer del árbol, toda forma de identidad perdida, toda maravilla en astringentes infusiones de supuesto beneficio. Organismo de organismo, se enjuagó el cosmos contigo 

prefieres lo semidesértico donde tolerarme en las sequías, donde encontrar novedosas vías de superación con que templarte, las condiciones extrañas que entender, el ser incomprensible 

tu árbol son zonas cultivadas, hectáreas de crecimiento por donde seguirte en la templanza, la perfección soñada. Me aprecias como vía de conocimiento en tu incredulidad, consumes mis frutos hechos antes del tiempo 

me oriento en todo lugar de nacimiento, cultivos del ser extensivos en su inagotable multiplicidad; mastico las pepitas  que serán ornato a tus motivos, especies te daré difíciles de aceptar, opciones de crecimiento. Has llegado para quedarte, incluso si en la recolección no lo sabes  

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