es tu cercanía débito antiguo, la estrella que me orbita como cuerpo enfrentado al elevarme, fáctico termómetro de mi atmósfera mental, los grados que sumo a sus emisiones más etéreas, la materia en que termino, mi expulsión del paraíso
mis partes se investigan unas a otras en paranoide bucle, sus órbitas de la inferior a la superior, sufren sus errores en masa hasta que esta parece evaporarse sin sentido, del fenómeno leve al global. Formó mi origen su gaseoso núcleo
el más allá es un límite que traspasas, gaseosa forma de existencia, de potenciales cuerpos que allí vislumbrarás, quizás un ser planetario de particular anomalía, quizás tú en inusual apariencia
charlan mis átomos de hidrógeno con los de carbono y oxígeno, de forma libre se combinan en moléculas, y los deificamos, un nombre un mito
tal así me recoges en tus redes orbitando las estrellas familiares, una constelación de solares emociones. En tu osario particular me tienes, oronda cuenta que en su soplido desaparece
se va quedando atrás el por qué, su atmósfera una suerte de estela
en tu descubrimiento me bautizas para luego desmembrarme con astronomica certeza, me das por conocido
una estrella me orbita anhelando constelación, su radio es un período que se pretende cuerpo, masa indistinguible
ese velo se extiende tiempo en transitoria creencia, hasta la pérdida. Perdura su atmosférica cola en creativos recuerdos, flexible diámetro emocional, una invisible proximidad. Sí, me recuerdas en longitudes equivalentes, una distancia inexistente, antiguo débito
No hay comentarios:
Publicar un comentario