La Bestia

Habéis invocado a la bestia un@s y otr@s en nombre de quimeras (patria, religión, identidad, orden etc etc etc). Cuando se va quitando su disfraz de flautista de Hamelin, indistinto el género, incluso la especie o cosa (roca, agua, aire, fuego), manifiesta su verdadera faz: enfermedad, muerte, destrucción ("el horror") y los invocantes descubren que no distingue entre bien y mal, todos somos sus víctimas ("las campanas tañen por tí"), un ciclo tan antiguo como el universo que no logramos superar. No está pasando lejos de tí, lo tienes a tu alrededor, está en tí