martes, 1 de julio de 2025

Litorales 3


puertos, despedidas hasta un pronto que quizás se estire con el mar 


y se estira


y se amplifica


se llega en calima una catedral


y una extraña pareja, esa extraña pareja


dudo aquí llegara don Quijote: el molino sigue en pie 


pero sí Sant Magí en un puntito de frescor 


una franja, un lenguaje, tan sencillo

 A fallo de conexión paso al Cuaderno de Bitácora:
26/06/2025

 Cruzando el estrecho de Messina se me ocurre escribir por esta ausencia de comunicación con mis congéneres, poder decir. A falta de libreta y de señal para usar la app donde volcar imágenes y palabras, uso estas Notas como diario. A babor Italia peninsular, a estribor Catania, creo, recuerdos de cuando crucé el estrecho con mi Kawasaki en ferry y pasé una semana con Beatriz en la ciudad. Divina comedia: ella me subiría al Etna sacándome de bajo el volcán donde empezaba a ver caballos blancos recorriendo las calles. Por aquel entonces Bea vivía de subir turistas al volcán. Pasada la semana, marché a recorrer Sicilia con total libertad, sin programación alguna. Ahora, café en mano, me deslizo por el mar entre las dos tierras dirección Creta: me encantaría ver el palacio de Knossos, convertirme en oro.

 Vivo en la montaña mágica con la que mantengo productivos diálogos que de vez en cuando intento transcribir: palabras, música, dibujos; me encantaría la cerámica, la escultura para dar expresión a tan maravillosos momentos pero exigen medios, recursos. Ahora, en el barco, es el mar mágico. Con él imperan los silencios: la brisa, la azul ondulación, el suave vaivén, la luz plana y un horizonte que sólo la línea de mar divide al fondo. Devienes su propio fluido, sientes hasta quedar dormido. Pero a veces, en el azul intenso, las aguas te preguntan cosas, o rememoran, necesitas hablarlas.

 Se vacían los puentes al anochecer. Una esfera perfecta le pone punto y seguido.


 Todos dejamos estela, más espumosa, menos, más ancha, una delgada linea recta... Se desvanece en el tiempo. Y aún así algo queda de ella en el fondo marino. Y en el aire.


27/06/2025
 Creta se presenta como un fantasma de bruma matinal con ecos de Minos desde su propio laberinto. Como el lejano pariente que dejó la huella de su mano tintada en la pared de una caverna, dejo aquí mi huella digital no se pierda como "lagrimas en la lluvia" después de haber "visto arder naves más allá de las puertas de Tanhäuser", esa conciencia del tiempo, de la posteridad, de la especie, del significante y su significado como información. 
 Me levanto con los trabajadores que limpian los puentes: indonesios, filipinos, hindúes. Hacen chanzas, sonríen, saludan, su buen carácter ante el trabajo duro me anima.


 Y la isla va cogiendo luces, sombras, contornos, perfiles; saca brazos, pechos, se estira y solaza con el Sol, se me descubre como al primer navegante que la avistara mucho antes de foecios o fenicios.
 
 Por un momento me vino el 'nostromo' conradiano y su insondable soledad en mitad del océano. Quizás también la nave de "Alien" perdida en el espacio (Ridley la llamó Nostromo, es un gran lector de Conrad, véase si no "The duelists") con Ripley y nuestro 'pasajero" contra el que 'madre' poco puede hacer excepto autodestruirse.
 Aquí, de momento, hay cambio horario.


 Tengamos pues un refrescante seminario de mitología clásica que una bella azafata asiática nos da en el teatro del barco mientras practica su alemán y su italiano con los oyentes. Sencillamente narra las fábulas, no entra ni en arquetipos ni en los posibles hechos históricos que los mitos esconden: la llegada de aqueos, eolios, jonios y dorios a estas tierras asimilando a los pelasgos. Lo más fuerte es que trajeron con ellos la sociedad patriarcal---los semitas ya habrían apartado a las sacerdotisas sagradas, hetayras, del templo mesopotámico---ni más ni menos que el Dyus Pithar hindú, ahora el Zeus griego, sobre la sociedad matriarcal cretense, Hera. Lesbos fue el último punto de resistencia, las mujeres mataron o exiliaron a todos los hombres.

 Descubrir un lugar que no había oído en mi vida, bañarme desnudo de prestado en sus aguas, recorrer sus mercadillos, un 'gelato' para el calor, un café entre cretenses. Sí, La Chania ha sido una sorpresa.
 

 Y siempre el contrapunto, como en cualquier partitura de la vida. Por fortuna, he salido ileso, como tantas otras veces.
 

28/06/2025
 John Wayne is back. 


 Subir en mula hasta Thira en Santorini y casi volcar acantilado abajo (ella iba a su bola) ha sido una experiencia religiosa. Luego, unos entrañables pececitos han rebajado la tensión. 


Allí...


más cerca...


aqui...


...para unos encuentros en la tercera fase.
 Son tantas las imágenes y momentos que el cerebro quisiera atrapar, esa gastronomía de los sentidos que degustar, esa cantidad de información que procesar. Vuelvo atrás en ese pequeño y personal laberinto del viaje concreto:


el faro de La Canea y su circular paseo repleto de terrazas-restaurante...


el inesperado lugar de baño que aproveché como un niño caprichoso, sin bañador ni toalla...


...su infinidad de tiendas con preciosa artesanía local.


 Recorro medio dormido (6.30 a.m) el kubrickiano corredor camino de un primer café. No espero se me aparezcan las gemelas al fondo. Esa violoncellista bohemia le pone música a tan onírico paseo.
 Santorini nos rodea ya, estamos sobre el gigantesco cráter que según algunos reventó la Atlántida. Me gusta más la tesis que la acerca a Tartesos. 


 Ulises, la paridad Aquiles/Héctor (inmortalidad/sedentarismo), los presocráticos...Este mar huele a ellos (y ellas): estelas. Pero también ondas, salitre, lava. Y a sus bestias.
 

 He aquí ahora, revivido, mi Bucéfalo. Rocinante fue en Mallorca, aquel molino extraviado, como el jinete. No hacía más que decirle palabras cariñosas a la jaca ("por la gloria de tu madre") mientras le acariciaba el cuello: le daba a la niña por abrirse en las curvas, mi pie rozando el murito, mis ojos saliendo de órbita acantilado abajo. Media hora agarrado a la silla hasta el trance místico. Increíble la fuerza del animal.
 Y bajar? Dejé a Bucéfalo con su dueño. No sabía lo que me esperaba. Llevaba chanclas. Una inclinación de casi 45° sobre piso de lascas barnizadas, curva tras curva, con toda la mierda que una cuadra de unos cien jamelgos puede soltar arriba y abajo durante una mañana. Para adobarlo, un bendito sol dejando casi cuarenta graditos. Sombra? Ni la mía propia. Casi una hora me ha costado llegar al puerto viejo a punto de llegar rodando (y rebozadito) al muelle un par de veces. Esta, más que religiosa, ha sido una experiencia del inframundo. Conclusión: no hace falta contratar paquete aventura o temático. Hay tema.


 Y temas. Echaré ahora una partidita con los Olímpicos. 


29/06/2025


 Voy en peregrinaje hacia el café. Me duelen todos los huesos, los músculos de tracción están como la música de Dizzy Gillespie, caóticos, a su aire agitado de bebop, calipso y bossa nova en esta coctelera griega. Hoy no se me olvidará ponerme las sandalias para desembarcar. 
 Heraklion está ya aquí. Habrá que improvisar de nuevo para ver cómo llego a Knossos, el lugar donde las mujeres saltaban desnudas por encima de los toros sin tocarles un pelo.

 Dizzy (y Charlie Parker 'Bird', van de la mano por los pasillos en vez de las gemelas de Kubrick) ha decelerado a registros más armoniososos, casi melódicos. Al final eran los intestinos los que ponían las notas más discordantes del amanecer. 
 En un primer vistazo a la ciudad ni un sólo edificio alto, predomina el blanco con alguna pincelada marrón de tejados para la lluvia. Toda Creta parece seguir ese patrón. Las golondrinas están encantadas, les da igual el calor o lo disimulan muy bien.


 Si, el minotauro y la suma sacerdotisa representante de Hera están cerca. Antes de buscar el bus que me lleve a Knossos, un café y el mar para balancear emociones.
 

 By the way, sí, Charlie rondaba los pasillos esta mañana. 


 El Ulises de Joyce comprimido en 24 horas desde el Odiseo homérico comprimido en una vida desde la primera bacteria en su barojiana lucha por la vida comprimida a una brutal evolución transespecie desde la llamada materia inorgánica comprimida en un universo desde una inflación lumínica desde tí mism@. Aquí y ahora, la única eternidad posible, te reverencio madre Tierra/ padre Sol pues en tí soy indivis@ 


 Aquí las borracheras de vino debían ser, ya lo creo, divinas (como muestran estas tinajas) desde que Dionisos trajo el vino probablemente de Tracia, a su vez de...aquel o aquella observadora que entendió los ciclos naturales y plantó una semilla, la sublimada aquí como Démeter (Perséfone en su ciclo invernal), la Astarté norteafricana...hasta la ancestral y obesa figura de la fertilidad. Hoy le rezan a María.

 Sí, prodigaban por aquí los cultos a la fertilidad, el viejo Pan, los pilares fálicos de Hermes ("hermas") por campos, caminos y encrucijadas. Supongo Heraklion (Mikonos) hace referencia a Heracles, Hércules, el muchachote recio fruto de esa prodigalidad. Ahora son llaveritos para colgar del pantalón o guardar en el bolsillo. El tamaño no importa.


 Partimos hacia una ciudad de nombre larguísimo que tendré que buscar en el mapa para poder escribirlo. Pronto me quedaré sin señal.
 Poseidón ha activado a su agente Eolo que nos envía fuerte viento del noroeste, importante deriva del barco, imponentes motores y telemetría para corregirla y mantener el rumbo fijado. Cómo es que hay señal? Dónde estamos? El triángulo de las Cícladas? Un agujero de gusano, o un portal dimensional?

30/06/2025
 

 Amanece, que no es poco. Allá al fondo se divisa ya el Peloponeso, la península de arcadios, argólides, mesenios, laconios, acayos, la vieja Élide, aquellas guerras del Peloponeso de Tucídides que tanto disfruté. Corcira está al ladito de donde vamos, camino (o estela) de Argostolion en la isla de Cefalonia (la que Herodoto llamaba Samos). Y sin saberlo, resulta que Ítaca (Homero, Joyce o el "Viatje a Ítaca" de Lluis Llach) está pegadita a ella, mi querido Ulises tensando ya el arco, el arquetipo del regreso a madre-muerte, paciente Penélope tejiendo el hilo de la vida como Ariadna para Teseo por salir del laberinto tras afrontar todas las batallas que el mundo propone y tú elegiste. Amanece,que no es poco.


 Si, las islas jónicas, Zakynthos, de la Liga de Delos (ateniense) en aquellas guerras; esto no ha cambiado tanto, si acaso se ha tecnificado, industrializado, ahora los corderos son sacrificados en masa, y sin pringarse las manos (más artesanal entonces, y mirando a los ojitos), sin darse cuenta (no aprecias rastro físico visible) de que el alma, individual, colectiva, se pringa igual. Lavarla cuesta generaciones, pero es que los hijos de puta no dan descanso con eso de la 'pax romana', depende del imperio de turno, su ley y orden. 

 
 Safo me inspire en este siguiente viaje en el tiempo; ayer mismo.


 Qué catástrofe aquella gigantesca erupción! Estas gentes sabían vivir. El sistema de acequias, la calle empedrada de entrada o salida de la ciudad, baños, casas, templos, el refinamiento de sus pinturas...Los mismos tracios, los macedonios, por no ir más al norte o hacia el Cáucaso y las estepas rusas, se comían los mocos por aquel entonces. No me extraña les llamaran 'bárbaros', no en su sentido etimológico 'extranjeros', sino 'animales'.


 El baño improvisado, idílico. El contrapunto: ruidosa cola y calentita para coger la barca de vuelta. Disfrutemos de la variedad étnica y lingüística.
 Encaja aquí, más o menos, algo que dejé colgado en el bloc de notas, y es que sí, hay alienígenas entre nosotros: "Recorren los puentes criaturas extraordinarias, verdaderos extraterrestres, formas corporales y expresiones faciales con las que da Vinci y Goya hubieran disfrutado como grajos. Algunas de ellas me asombran con su capacidad de engullir a todas horas, llenando las bandejas como en su última cena".
 No, no es una romería a la montaña.

 Es un bello lugar en el que vivir. Hay calma aquí a pesar de nosotros. Debe ser una gozada fuera de la estación turística.


01/07/2025


 Algo así necesitaría esta mañana para espabilar: me he dejado las gafas en el camarote, escribo por sónar (no sé si le he puesto acento o diéresis a la o). Vamos estela de Palermo, día entero de navegación, llegaremos mañana temprano si a don Poseidón le parece bien. 
 De vuelta al bloc de notas. He descubierto la miel en el buffet, para el café, y las "danesas". No me atrevo ya con el desayuno anglosajón (huevos, 'baked beans', bacon y salchichas), podría entrar en estado comatoso para el resto del día.
 El único recuerdo que me queda de Palermo cuando recorrí Sicilia en moto es el de la rueda delantera a punto de entrar por la ventanilla de un conductor en un cruce de semáforos. Aquello era salvaje. En una excursión con Beatriz, divina comedia, en su furgoneta, fui testigo de triple adelantamiento en paralelo en una comarcal. El que venía de frente se reía, Bea ni se inmutó, yo volví a tener una experiencia religiosa, no sé si con muestras de orina como manifestación del espíritu siciliano.
 Aún quedan Roma, Olbia, Savona...


 Y aparece Buster Keaton buscando a su otra mitad en un barco inexplicablemente vacío, a la que no encuentra si no es por 'accidente' (lo entrecomillo porque siempre hay un guionista detrás, aún si no aparece en los créditos).
 Me he traído "En nombre de la rosa" de Umberto Eco y "Cartas al padre. Cartas a Milena" de Kafka ("El castillo" no, podría recordarme en ciertos momentos al barco), tan distintos, tan sabrosos. Hoy será día de lectura y jacuzzi al sol, duro, muy duro. Menos mal que la eslora del barco es kilométrica, te obliga al ejercicio.
 No quiero olvidarme de Aris, el simpático indonesio (de Java) que hace mi camarote, siempre un 'buenos días', una sonrisa, "cómo va el día'...Lleva seis meses y medio trabajando aquí. Bajará conmigo en Valencia, lo celebraremos, vuelve a casa con su familia, en Tsipati (?), 'el paraíso', dice.
 Tampoco de la anciana dama de Oklahoma con su tacatá eléctrico aguardando estoicamente a su hija que había ido a recorrer Santorini. Me senté junto a ella en el pórtico de una iglesia ortodoxa, sacerdote barbudo incluido, que nos daba sombra. Entablamos conversación. Este es su 43 crucero, esta vez sin su marido, fallecido hace seis meses ('estoy bien, sí,estoy bien ', me dice). La mujer ha dado la vuelta al mundo, los cinco continentes probablemente un par de veces. 'Te gusta la gente', no le pregunto. Asiente con dulzura. Y así me despedí, agradecido. Me regaló algo. No sé definirlo, va conmigo.
 Por contraste, ayer, el jolgorio infantil, la límpida, incuestionable risa de l@s niñ@s


 He charlado con un argentino en el jacuzzi. Curioso, le encantó el crucero surasiático (Indonesia, Tailandia, Camboya, Laos, Vietnam cuyas gentes admiro). Acabaré yendo a la India. Y, por supuesto, al Tíbet. Siempre he sospechado que mis ojos rasgados, muy marcado cuando era niño, y mi piel oscura provienen de allí. Nací con melena y agitanado.


 Sorpresa: bajo al teatro a una charla para los italianos sobre su desembarco en Palermo, Olbia, etc y les regalan la actuación de Nicole e Danielle. Espectacular las voces y el equipo de sonido, casi me revientan el tímpano derecho. Me encanta la musicalidad del italiano y ya, si lo entiendes, debe ser la hostia. Y lo entiendo.
 Otra nota de color. Todas las mañanas habla el comandante de la nave por megafonía dándonos datos de navegación (viento, nudos, rumbo...). Pero le pone un colofón literario, una cita relacionada con el mar y el navegar. Hoy ha sido Virginia Woolf, el otro día Charles Bukowski, Fernando Pessoa...Y están muy bien escogidas. Sorpresa! Sorpresa?


 El gran Bill Evans para el té de la tarde con la costa de Calabria a estribor, Messina a babor. En realidad tienen aquí un equipo de djs jóvenes que ponen un chill out de primera cuando toca. Se atreven incluso con un jazz de última generación sólo para iniciados. Ahora mismo, con la brisa y esta mecedora gigantesca, 'pa haberse sobao'.

 Las poblaciones se siguen una a la otra a lo largo de toda la costa calabresa. Volvemos a hora 'española', le habían pegado un hachazo al reloj y andaba mi espíritu dividido.


 Cae la luna sobre Sicilia. Ella me recuerda el mito fundacional de Virgilio, La Eneida. Siempre hablamos de Ulises, nos olvidamos de Eneas y su epopeya, un encarguito del primer emperador romano (Augusto) que luego pagó al poeta desterrándolo: "La muerte de Virgilio", Herman Broch. Esta fue la primera tierra que pisó Eneas huyendo de Troya. La llamaron La Magna Grecia (si la laguna estigia no me engaña).
 Me inspira. Vienen de la mano Hamlet y Ofelia, el peso del pasado familiar, genealógico, tribal, etc (quizá hayan sido Kafka y Umberto), el impulso de buscar en el otro algo que creemos perdido, de reproducir algo que hemos olvidado: la unión carnal, el sujeto/objeto artístico, la arquitectura divina, la ecuación del todo, internet a imagen y semejanza de la comunicación entre los cúmulos estelares, las neuronas. Y la tragedia de no ser. Pues ya es.


 Delante de tus narices. Respira 


 El viaje sigue.

02/07/2025
 Palermo, su bahía, bien protegida por una maciza cadena de montañas. La ciudad: asoman campanarios por todas partes, me imagino uno por cada pueblo conquistador: cartagineses, griegos,romanos, lombardos, árabes, normandos, españoles, otomanos, franceses, y me dejo gente. Lugar de cita, se ve.
 Esta vez bajo con bañador y toalla a buscar una buena playa. Ya veremos si luego la recorro. Alquilaré el carruaje de paseo en esta ocasión con sus caballos engalanados? Me encantó la ciudad entonces, tan afín en sus gentes y costumbres a mi vivencia mediterránea.


 Se me ha roto el pantalón. Me queda uno y en cualquier momento, taza o comida en mano, me quedo en calzones pantalón abajo dando espectáculo a la variopinta parroquia. Debe ser la dieta mediterránea. He de comprar un cinturón en tierra, aquí en el barco la broma es 40€.


 Spiagga di Mondello tras dos autobuses públicos (ni un duro, la avalancha de taxistas al desembarcar pedía 30€ sólo por ir) rodeando, hacia el norte de la ciudad, el 'Monti Pellegrini', así entendí a dos viejecitas sicilianas que no sólo me informaron sino que, para mi asombro, me cedieron el asiento (el mundo al revés). Al decirles que soy español, la más vivaracha se lanza: que su hijo es jefe de cocina internacional y ha recorrido el mundo, que habla todas las lenguas...A la otra casi tengo que recogerla en un par de frenazos. Que tienen ochenta y tantos años, les digo que están hechas unas 'bambini', ríen y dicen que sí, sanotas y despiertas como dos jovenzuelas, força Sichilia!
 Engaña el Monte Pellegrini. Desde el barco parece un simple peñón. Pues no, es un Peñazo. Rodearlo con el bus para llegar a la playa ha sido una media hora y, para mi grata sorpresa, todo el ruidoso tránsito de la ciudad, gran ciudad, se transforma en un paseo bajo una interminable cúpula de árboles. La falda del monte es una asilvestrada y ventiladora masa verde de árboles y arbustos de toda índole, juraría que plantados al estilo de la ciudad y su tráfico en la parte baja de la ciudad: grácil caos, veloz movimiento interespecies, todo tipo de olores...
 Al bajar del bus doy las gracias a la joven parejita, juraría holandesa por su fonética, con la que localicé la segunda parada de autobús y la bajada adecuada. 
 Antes del baño, el spresso inmortal. 


 A ver cómo me apaño para controlar la riñonera desde el agua (me lo pienso, estoy tan a gusto aquí a la sombra). Seguimos improvisando.


 Me apañé. Una madre palermitana y sus dos hijas. Entre inglés, italiano y español nos entendimos: me controlaban la riñonera mientras me bañaba. Eso sí, la madre, cachonda, me pregunta si llevaba mucho dinero encima. Le contesto que si, que soy millonario pero que mantuviera el secreto. La hija mayor, desconfiada, me pregunta si llevo una bomba. Le digo que sí, nuclear, que soy el enviado del Apocalipsis. No se ríe. Me baño. Todo en orden. Ciao.


 Una sombrita para secarme y quitar arena. Una pareja mayor en el banco de piedra bajo el pino, son del barco. Indonesios, muy tranquilotes. Cuanto más les miro más veo la mezcla de rasgo chino e hindú, el polinesio no tiene tan marcado el rasgo chinesco.   Respetan el silencio y la brisa.
 Ya lo descubrí en Agrigento con mi moto. Cercan grandes trozos de playa. Son privados, familiares (cuidadín), hay que pagar suponiendo que seas bienvenido. Allí no había franja de paseo libre. Aquí si: han dejado una franjita de no llega a tres metros. Cómo estaba la playa? Abarrotá. No, reventá.
 Sigo sin cinturón, me sujeto los machos con castizo arte.

 Lo pillé, como de costumbre, en mis narices: el Monte Pellegrini. Sí, cierra al norte el golfo de Palermo. Es enorme.


 Punto rodante y semipunto.


03/07/2025

 "...y el muchacho otea una serie de promontorios perdiéndose en la infinidad", un viejo sueño aquí en la Magna Grecia.


 Los cuadros en mi dormitorio. Sorpresa? Espero retumben esta mañana, la central neuronal está sin chispa.
 Nos acercamos a Olbia, Cerdeña (corregido), estamos recorriendo ahora su costa este. Sólo ayer me enteré de que visitábamos a los corsos (tal cual), no tenía localizada Olbia. Todo encaja: Aquiles/Héctor, Ulises/Ítaca, Eneas/Roma...en esta doméstica megalomanía mía que vuelve a estar rampante: Napoleón/Europa.
 (Nada encaja, he tenido que volver atrás y donde dije Córcega decir Cerdeña, y sardos en vez de corsos. Es lo que tiene el directo. Pero sí, la cultura nurágica es de esta isla).
 Leo que aquí había una cultura "nurágica" desde la Edad del Bronce hasta la llegada de los glotones romanos en lucha con los púnicos. Se debe a las "nuragas" o torres defensivas evolucionadas de los dólmenes y menhires megalíticos. Hay algo parecido en las Baleares, pero es la primera vez que oigo de esa cultura, y me he prendado del sonido de la palabra.


 Pero volvamos a un estante anterior en la personal biblioteca del tiempo: ayer. Al igual que cuando recorrí el tremendo bosque a pies del Monte Pellegrino me hubiera gustado ser botánico por saborearlo extáticamente, aquí me hubiera gustado ser ornitólogo por saber qué ave (una grulla?) era esa que se posó en el muelle de buena mañana a pleno sol y cuando volví de Mondello seguía allí, en exactamente el mismo sitio y la misma posición, ahora en sombra. Partimos y allí quedó mientras sus primas las gaviotas nos acompañaban fuera del puerto haciendo círculos sobre el barco. Una pasó tan cerca de mí que la llamé por su nombre: "Ey, Juan Salvador". Me miró de reojo.
 Me lo expliquen. No es la primera vez que tengo el privilegio de ser visitado por una grulla en circunstancias inusuales (años atrás fue un macho cabrío mano a mano en un bosque). He convocado al centro neuronal a Freud, Jung, Lacan, a los maestros de los Misterios de Eleusis y Mitra, magos babilónicos y escribas egipcios, a Einstein y a los padres de la física cuántica, Alberto Magno y Averroes, a algún teólogo escolástico, a Ferdinand de Saussure, Wittgenstein y Chomsky como doctores en lingüística, a los simbolistas y modernistas franceses, a Russell y su lógica matemática: nada. Qué cojones o varios hace una grulla solitaria en el puerto de Palermo a treinta y pico grados de pleno sol todo el día mirando qué?. No hay comida, no hay nadie allí, no hay pareja, no hay nido...Un par de jóvenes surgen en mi balcón particular (prácticamente toda la proa del sexto piso es para mí). No me atrevo a preguntarles si ven la grulla, je, je. Causa-efecto? A tomar viento fresco.
 Sí, la música ha sonado en el dormitorio. El café recorre mis venas.

 Dicen que no es cuestión de Tiempo, sino de Alineamiento, ya, ahora, aquí. Efectivamente: mirando Cerdeña (corregido) deslizarse a babor caigo en la cuenta de cinco aves volando en paralelo al barco a ras de mar, nos escoltan en formación de triángulo. No son gaviotas, no viene mi ornitólogo al centro neuronal. El único concepto útil la sincronicidad jungiana, lo que los creyentes llaman 'milagro' como ruptura de la ley natural causa-efecto. 
 Sí, ha sonado la música en el dormitorio: su onda recorre el mar. Olbia, atracados: toalla, bañador, ganas. Y no me la juego: sandalias.
 

 Ahora caigo: en Knossos fue un pavo real solitario paseándose entre las ruinas. Se me pasó fotografiarlo. Esto va a ser toda una secuencia de animalitos inesperados. Estaré atento. 
 "La muerte en Venecia", Thomas Mann: "Muerte en Venecia", Visconti, soberbio Dick Bogarde. Hay una familia en el barco, centroeuropea (checa, alemana, polaca...?). Me cautivó la madre, de rasgos nórdicos con la armonía del arte clásico, el cuerpo robusto y erguido con la fuerza de sus antepasados teutónicos, o vikingos. Pero la belleza que me atrapó radiando desde sus formas venía de dentro, su actitud dimana esa belleza de orden clásico, su forma de andar es regia. Y ahí me viene el pobre Gustav y su ángel de la muerte Tadzio. Yo, personalmente me hubiera prendado de Silvana Mangano, su elegancia, sus delicados movimientos de cisne esbelto y majestuoso. El fin de una época. Sí, ha pasado el tiempo. Al final, en los ojos de la madre teutona, de Silvana Mangano, de Tadzio, busco y hallo mi propia luz compartida, mi amor por la vida y su belleza indivisible, su impersonal, incosificable inteligencia. Y, como decía el poeta, "no me olvido de que soy animal", mi querido Richard Parker.
  Cómo se me fue la olla, a Camboya: ni corsos, ni Napoleón ni megalomanía ni hostias. Es Cerdeña, no Córcega!!! Ya decía yo, aquí nadie habla francés, todo italiano. En fin, corramos un tupido velo. Marchemos a la spaggia Pittulongu, como suena.

 Pero antes del baño ese café inmortalizador. Y agua.


 Pasamos a Olbia, centro. Un alto refrescante. Paseo, gelato.

 Y una bonita abadía con su cúpula arcoiris. Está en la Piazza Santa Croce, supongo estará dedicada a ella. Ni idea. Y una noria: Olbia tiene su noria, como Londres.


 Vuelvo andando a la terminal, largo trecho. Momento 'me he perdido, estoy entrando en la autovía, marcha atrás'. El trecho se estira. Llego al barco como si llegara a casa. Mi té, su nube blanca.
 Hoy la luna cae sobre Olbia. Olbia y su noria.

 Nos enestelamos hacia Roma. Asombrosa la capacidad técnica de estas máquinas y la pericia de su comandante: ha girado 180° en mitad de puerto entre boyas y buques, ha encarado el pasillo de balizas intermitentes verdes (izquierda) y rojas (derecha) hacia la bocana como si fuera un patinete acuático. No quiero pensar cómo lo hacían cuando no existía toda esta tecnología.

04/07/2025
 Algo así me va a hacer falta para desembarcar en Civitavechia. Ir a Roma es reunir un grupito de gente para alquilar una furgo que nos haga el tour. En tren, a la vuelta, hay que salir con tres horas de antelación. Tampoco pasaría nada si me quedara en tierra y tuviera que improvisar 'la dolce vita', como en los viejos tiempos.
 De momento ese café y esa 'danesa'. De momento, escribo frente al mar, que ya es un regalo.

 Debería enterarme del nombre del artista que hace estos cuadros. Me gustan, tiene una graciosa mezcla de Botero y los primeros impresionistas.
 Y se me ocurre: alquilaré una moto y tiro para el norte? Dónde está La Spezia? Unos 350 Kms, demasiado. Veo más cerca en el mapa Orbetello y el puerto de San Estéfano, Piambino, Follonica (sólo por el nombre invita), pero sobretodo la isla de Elba, donde intentaron retener a Napoleón, se les escapó y montó la de Waterloo para Abba. Metternich y Wellington estaban hasta los huevos de él y la revolución que propagó por toda Europa a pesar del Congreso de Viena. Vaya! Vaya! Napoleón. Sorpresa! Sorpresa?
 De todas formas, lo que hay que tener para lanzarme me ha encogido, ya veremos.

 Yeah! Ni testosterona, ni moto, ni coche, ni tren, que si hay que ir se va, pero ir 'pa na'... Estos romanos sabían. En la misma Civitavechia, un remansito de paz (los pepinos los están tirando al otro lado del mar). Cambió el plan: playa. Quizás luego pasee la ciudad. Y cómo no, esta combinación inmortalizadora 

 Creo que voy a aprovechar este magnífico ventanal abierto y su dulce brisa para avanzar mi circunloquio a partir de Wittgenstein. Me dije de acabarlo durante la travesía, pero hay tanto que ver aquí! Ya el otro día, mecido por el mar, se sentó el temido Kierkegaard a mi lado. Traía de la mano a Schopenhauer y a Baroja, el pío, no el caro, tan deprimiditos ambos (sus climas y peso genealógico son muy duros, hay que entenderlo) que me hice el loco y desaparecí. Pude ver a Nietzsche, tímido, tras un paravientos en el mismo puente. Su vitalismo, que no su vitalidad, le tira para atrás. Supongo volverán, pero ya en Valencia, donde tengo más recursos evasivos.

 Momento edénico, los niños y el agua, como en "La delgada línea roja" antes de que lleguen los que traen las pesadillas. Aquí, el soñador ha escrito el sueño bonito, soy parte de él. Pero si no es un pito es una pelota, siempre toca (el contrapunto). Parece ser que el guionista, el que nunca aparece en los créditos, me rehuye. Parece ser no toca me reúna de nuevo con él (tuve el terror de conocerlo tiempo atrás) y da leve giro al guión (va mejorando, son cada vez más suaves, he de agradecerlo): una muchacha viene gritando y me pide ayude a un hombre mayor que no se puede levantar. Entre el calor y el rato sentado se le habían atrancado las piernas. He tenido que levantarlo como a un cangrejo gigante a pulso; nadie aquí parece saber, ni le importa, que yo también soy un hombre mayor, mi patata es caduca.
 El baño, un placer. Eso sí, hay tema, siempre hay tema. Había roca gorda bajo el agua, cuidadín (conclusión: no compren paquete aventura, la vida en sí es aventura...con paquetitos; o es al revés?). Luego el calor ha podido conmigo. El paseo se ha limitado a esta bonita franja de mar, sus terrazas, los lugareños en familia. El 'gelato' no lo he perdonado.
 Realmente, lo mejor, Wittgenstein en brisa. Me ha dado mucho.
 He salido a mi balcón privado. No se puede estar. He subido el aire acondicionado en el camarote. Este lujo y estas comodidades...Me va a costar aclimatarme a mis rutinas en casa. Mi casa es una nave también ("E la nave va", era de Fellini o de Ettore Scola?), un viejo pero robusto galeón que ya ha sobrevivido a mil tormentas.
 Espero ver esta noche a Perseo y Casiopea, una de las Osas a la derecha, no sé si la Mayor o la Menor, las Pléyades en la comisura de los labios de Perseo, al fondo, Orión lo tengo perdido de momento. Espero me den su frescor mientras me cuentan alguna historia. 

05/07/2025

 Sí, las gaviotas nos escoltan a cada salida de puerto. Es un espectáculo verlas maniobrar, ponerse en paralelo cerca de las barandas flotando casi inmóviles en el aire a exactamente la misma velocidad que el buque. Alguien levanta el brazo y allí acuden. Les tiran comida y, retorciéndose en el aire, la atrapan. Si fallan, se lanzan en picado y la pillan al vuelo raseando antes de tocar el agua.
 Y sí, Juan Salvador vino a despedirse personalmente en nombre de los romanos.
 

 Llegamos a Savona, tierra de los ligures, Liguria, tan fascinantes para mí por ser un pueblo preindoeuropeo, protohistórico (indocumentados, vamos). Los historiadores no se deciden, por la raíz de su etónimo, si provenían de Anatolia o del norte germánico-vikingo. Desde niño me encantó el nombre: Liguria.
 Y se va manifestando como en la composición de un cuadro de Degas, del círculo de los que 'impresionaron' (impresionistas: Monet, Manet, Pizarro, Marie Cassatt, Cezanne...) a los académicos críticos de su época. Los pusieron a caldo, así que montaron su propia exposición tomando el nombre que uno de los artísticos inquisidores (los hay en todos los niveles de la vida) había usado en su reseña. 
 Esas etéreas gasas de las bailarinas de Degas en un lapsus de su danza.
 Una digresión, que diría Roland Barthes: William Turner (adoro el romanticismo exacerbado de su pintura), el inglés, académico él mismo, se llegaba al cuadro de un colega, escupía sobre el lienzo y difuminaba con sus dedos el color hasta el clímax cromático. Era más directo. Aquí se puede decir que los colegas flipaban en colores.

...una franja, un trazo, un lenguaje, tan sencillo, tan directo...
  Y sorpresa! Sorpresa? Anoche pasamos pegaditos a la isla de Elba. En compañía de Perseo y con su misma sonrisa pude hacer un saludo marcial al avatar Napoleón, uno de los papis de la Europa moderna (educación gratuita para todo el mundo, por ejemplo, y laica).
 No sólo Elba. Córcega, sí, la de verdad con sus corsos y todo. Pude verla y olerla, nocturna ella. Bibliografía fundamental: "Astérix y Obélix en Córcega". Una obra maestra. 
 La riñonera es, efectivamente un apósito de mi cuerpo, va adherida a mí desde que salí de casa, no me la quito ni para excretar (fino), defecar (algo más grueso), cagar (grueso, me refiero a la palabra, claro).

 Hoy salimos desde el puente 3, en alto. No he podido evitar la portada del "I Robot" de Allan Parsons, su incisivo bajo, su perfecta percusión...tum,tem,tum,tum-tem,tum,tum-tem,tum,tum...teclado.... Ahí vamos, ligures.
 Corrección, y seria. Esta laguna estigia se está haciendo lago. He confundido "I Robot" con "The Raven" de sus "Historias de Imaginación y Misterio" a partir de Edgar Allan Poe. Mis disculpas, querido Parsons. Sería pues el tu tu tu tu-tututu de un secuenciador. Eso sí, la percusión soberbia...teclado...

...impresiona...

...Italia nunca defrauda... (ofrecen paseíto en yate, pero encuentro absurdo bajar del barco para meterme en otro. Estoy andando aquí lo que no ando en mi montaña mágica)...

...es monumental. Encuentro el punto de mi cafetino. Esa taza inmortalizadora que sorbo piano piano...Sorpresa! Sorpresa? La cafetería se llama Olimpia.

 Génova y Ventimiglia están a los costados de Savona. Pequeño viaje 'interestelar': aquel baño improvisado con mis dos pequeños en una playa de Ventimiglia camino de Suiza. Sencillamente nos cautivó y nos tiramos al agua. Inolvidable, está ahí, en los estantes del tiempo subjetivo (hay otro?).
 Oigo las golondrinas y su alegre canto, me llevan a otro estante: Valencia centro en el atardecer estival, casa paterna, ventanal abierto del comedor, cientos de golondrinas llenan el centro de la ciudad con su canto en el festival que se están dando de mosquitos y moscas. Me muevo sólo un poco en el tiempo, un estante aledaño: Requena, mi abuela y yo solos en la cocina de su casa junto a la Fuente de los Patos, cantan como locas las golondrinas ahí abajo, en el jardín de un colegio abandonado de los franciscanos (revisando el texto caigo en la cuenta: Guillermo de Baskerville es de esa orden. Sorpresa!)
 Savona es mi casa también. Y las chicharras, empiezan a cantar, como en casa.

...y el animalito del día en primera persona del verbo...

...el apósito y la planta...ssshhh...se están mirando fijamente...

...il palazzio de justicia antes y después de recoger los deshechos, sugerente...

...Cronos, el acordado para poder entendernos. Fue él el que castró a Saturno o viceversa? Tiene sentido la primera, del no-tiempo al tiempo...Seguimos ligureando: paseo marítimo y playa con paloma posando para la ocasión...

...la fortaleza de Savona, no tengo referencias...

..."y un muchacho otea infinitos promontorios" difuminándose en la luz (no, William Turner no ha escupido en la lente). 
 Dejamos Savona. Me ha encantado. Sabía desde niño que los ligures nunca me defraudarían.

06/07/2025

 Despertares: cruzar el puente a la vigilia ha sido hoy un suave fraseo de violín. Estreno cinturón (7€ en Savona) como un colegial con pantaloncito corto nuevo. Un café con miel y leche. El tema musical lleva, sorpresa, un melancólico violín de fondo.

 Ayer, estelas. Las hay que vienen de arriba, te alcanzan y no provienen de tí, no eres causa. A veces, como en un descuido, se ajustan a la que estás dejando aquí: alineamiento.

 Un faro hecho de nube y estrella. Esa luz ilumina otras cosas.
 Llegamos a La Seyne-sur-Mer, suburbio de Tolón. Me enteré ayer de que parábamos aquí (me da idea de lo sueltecito que voy). Es Francia! Hoy espero oír francés!


 Una de las colinas de la ciudad está rematada en una fortaleza. Apuesto es napoleónica, de cuando el Emperador, en guerra marítima con Inglaterra, quiso bloquear a esta comercialmente. Curioso: Hitler y Napoleón cometieron los mismos errores estratégicos. Esta gente a la que le gusta la fruta le gusta repetir. Viene la bruja de turno, ell@s no ven tal, sino una venerable anciana o, peor, un ángel (de este proceso, milenario ya, debió surgir la figura mítica del ángel exterminador: su función cósmica es la destrucción, el exterminio) que le ofrece a la inocente, pura, ingenua Blancanieves la resplandeciente fruta (de la salvación, de la inmortalidad), pero está podrida, corrompida por dentro. Y comen. Y mueren. La pobre Blancanieves no aprobó Historia en el Instituto, o no asimiló sus lecciones, o no tuvo los medios. Y aún si están viendo la fruta que estos fruteros están trayendo ya a los mercados, da igual. Al igual que hay topos haciendo túneles bajo tierra y castores cortando ramas para sus presas particulares, debe haber alguna ley cósmica que se nos escapa y esos agentes de la destrucción (meteorito-dinosaurios-mamíferos-homínidos...interrogante) forman parte de ella para que llegue el Príncipe, dé un besito a la inmaculada concepción y esta resucite, la vida resurja renovada (ciclos de destrucción - creación). Por ello me pregunto si esta dialéctica, tan hegeliana, me vale la pena. Cuanta más energía gastas en avisar del falso brillo de esa fruta y su 'angélico' agente más irracionalmente se petrifica, se enquista el 'creyente'. A muchos hasta les parece gracioso, o "queremos marcha, marcha 🎵🎵🎵...", movidos por un miedo atávico, en su 'creencia'. Se defienden contra lo que consideran una agresión a aquello que les ha dado una mínima, aún si ilusoria, certidumbre en sus vidas: familia y etnia, ciudad-lengua y patria, religión y bandera...
 Lo que es apocalíptico pero muy concreto es que el 'asesor' (tiene nombre y apellidos, como los tuvo en el pasado) que lanzó esta onda desde un punto concreto del planeta al resto (viajó adrede para ello), sí sabe de historia, y sabe que todos los avatares ciclónicos de la Historia (Alejandro Magno, Aníbal, César,Genghis Khan... Napoleón..., o tu vecin@) purgan con el mundo un trauma personal, intrahistórico, tan fuerte que su onda nos alcanza a todos. Si sólo es una ventisca basta con una fuerte carencia y frustración personal, basta con calentarle un poco la orejita y soplarle lo que tiene que decir. 
 Su función exterminadora a día de hoy no es ya continental (Europa varias veces arrasada), es el planeta entero, como así está ocurriendo con la guerra por el control que subyace entre combustibles fósiles y energías renovables. La aparente paradoja a nuestra razón: la ONU, Unicef, Unesco, el Mercado Común...no se hubieran creado sin el desastre previo.
 Dichoso meteorito! Jozú, que bisho! Joder con Napoleón y su dichosa fortaleza!
 He tirado una piedra, no soy el primero ni, espero, el último. Hay cada vez más gente despierta, es decir, Conciente de que cuando habla del 'otro/la otredad' está hablando de un aspecto del ser que no reconoce en sí mismo, en negativo no lo acepta (a veces ni en positivo). Este sería el origen de orden biológico (estamos diseñados para competir por la vida) de nuestro afán de exploración y conquista, i.
e., cristianizar a los indígenas, islamizar el mundo---razón pura, metafisica---, básicamente para explotar sus recursos---razón práctica, materialismo dialéctico; más reciente, ya hay inversores para explotar los recursos de asteroides y del fondo marino, la nueva 'cruzada', los minerales raritos.
 Para no meterse en ese jardín espinoso, la buena gente bebe, fuma, baila, trabaja adictivamente, hace deporte hasta la extenuación, se aventura en el riesgo, busca pareja compulsivamente, va a misa etc, etc, etc: se 'divierte' o alivia en una huída permanente. La industria más potente a día de hoy es la del 'entretenimiento', incluida la pornografía (el bueno de Octavio Paz decía que el orgasmo es un regreso a madre muerte en la que el yo sufriente desaparece, y sin embargo existes; yo le plantearía que cuando sólo era latente, en la infancia, no lo necesitaba, y en la vejez no me preocupa). Y tienen todo el derecho. Como una sabia amiga me dijo: "Ricardo, la risa es sagrada"; debía haber leído el segundo libro de la Poética de Aristóteles o, en su defecto, a Henry Bergson.
 Así pues lo de la piedra es fácil (aquí vendría lo del dedo que señala a la luna): yo me contamino a mí mismo (tabaco) y contamino el planeta con vehículos 'fósiles'. De hecho voy en un crucero diseñado para consumir hasta la saciedad, que la ruedecita del hámster gire sin descanso. No estoy libre de 'pecado', es decir, error perceptivo. Intento contratrestar con mi bici eléctrica, por mami Tierra, por mí. Mis hijos me han enseñado a tirar la basura ordenadamente (reciclar).  
 Todo esto trae otro tipo de disquisición. Si el tiempo es subjetivo, lo es también el espacio (de Newton a Einstein y tiro porque me toca), lo que percibes fuera está dentro. Oséase: si cambio esa falsa necesidad mía, contaminante, el universo que percibo cambia como por arte de magia? Es decir: si anulo el conflicto interior empiezo a ver 'buenas' noticias en los telediarios? Lo más triste es que aunque me probara a mí mismo que así sea ("amén"), no podría demostrarlo. Como en "Contact", bendito Carl Sagan, sólo me quedaría enseñar a los niños, sin 'enseñar': hoy también la 'ciencia' podría llevarme a la 'hoguera' por ello, pero nos hace falta. Es lo que llevo haciendo vida tras vida. Ahora los niños del cuento se han hecho adultos. Y llevan coraza, cada uno la suya, más o menos creativa.
 Paseando hacia el centro de La Seyne, las chicharras encendidas me susurran: "Por desgracia (?, juicio), en este juego dual, cuando se extrema, la paridad demonio/ángel (indistinto el género) es visionada a gusto del consumidor (indistint@) y, como en un juego de rol, estos pueden cambiar de papel inopinadamente variando su estela". Sigamos.

 Efectivamente, hay armada francesa aquí, un astillero. Espero no me pase como en Cuba donde, de tour en un buggy alquilado, en un descuido paré el coche porque confundí un cartel de "Vista Panorámica" con uno de"Instalación Militar" y bajé a hacer una foto. Los dos soldados de la entrada levantaron las cejas en perfecta sincronía. Todo el equipo fotográfico me desaparecería después en el hotel en que nos hospedábamos.

 
 La primera impresión: impersonal, sobretodo viniendo de Savona y el exquisito 'diseño' italiano. Pero en seguida, para desdecirme del juicio, el contrapunto: un mercadillo auténtico, más bien un rastro de verdaderos galos.

 Me siento a mi ritual. Y maravilla de las maravillas: a mi izquierda está Astérix, mayorcito ya, claro, con su moustache rubio, ojos claros, su Ricard y su tabaco, su ritual. Celta, purito celta.
 No le pido hacerle una foto por no molestarle, mantener el misterio.
 Camino. Hay unas callejuelas, dudo, no se me va la pinta de guiri con su apósito colgante. Empiezan a sonar campanas a lo bestia: alguien se está marcando un solo de campanas como en "Bienvenido al Norte", más de veinte minutos de improvisación (?). Entro. Y descubro.

 Hay una placita sombreada. Me siento. De una puerta lateral salen los pausados acordes de un órgano monumental, entre el Pink Floyd psicodélico y los Yes o Genesis sinfónicos. Empiezo a preguntarme si el café llevaba alguna sustancia vegetal extraña. Entonces veo...

...parroquia de Nuestra Señora del Buen Viaje. Y entonces esto (vuelven a sonar las campanas)

...han sacado a la dama (ahora veneran a María) a 'proteger' la ciudad y su 'fecundidad'... delante de mis narices, siempre delante de mis narices. Paran las campanas. Cantan las chicharras. Sí, el cafetito galo, nada que ver con el italiano, estaba fuertecito.
 Me voy de aquí. El campanero se está pegando una sobredosis y me empieza a sonar al bebob de Dizzie y Charlie. Con el sol pegando va siendo esto ya experiencia religiosa, en verdad.

 En la duda decido dar un rodeo y me encuentro con un mercado callejero, esta vez sí, lleno de puestos de fruta y verdura. Estiro el paseo. 


 El sol aprieta, las calles se vacían de gentes, las tiendas cierran. 


 Sí, el sol aprieta, el estómago también. Empiezo a ver elefantitos voladores por las calles, es la señal, "estos galos están locos", aprieto yo el paso. Todo aprieta ahora.
 He salido a tomar el té por estribor decidido a leer en una de las tumbonas. El viento del suroeste era tan fuerte que la rosa salía volando en su propio nombre, el té no llegaba a mis labios y encender el cigarro era pura distopía, a tomar viento fresco. Cambié a babor. Mejor.
 Han cerrado los puentes de estribor. Como decía un marinero amigo, "hay borreguitos en el mar. vuelve a puerto", habré de volver al punto cero, al silencio, al saber nada socrático tras dejar en el mar tanta palabrería que cree saber, volver a asumir mi total ignorancia, igual que el cuerpo deshecha lo inservible habré de desprenderme de lo que creí saber: engorda ego. Si acaso mi disculpa sea que me 'entretiene', incluso, a veces, me 'divierte'.
 Efectivamente. Sorpresa! Sorpresa? Llueve. Pluviosofía. Gracias. Quizás la variante propicia sea: "Padre-Madre, por qué me abandono?".


 Bajo a la charla de desembarque para mañana. Un chico hace su versión de una canción de Perales para el público español: "Y quién es él...?🎵🎵🎵". Sorpresa?


07/07/2025


 Ha amanecido, sin lluvia, sin borreguitos. Vamos estela de Valencia, sigo sin cobertura. Mi sintonía de arranque de vuelta a la Península debería ser esta,


...pero es más bien triste, de hecho está sonando Dido mientras escribo. Así que...


...el pobre Chopin encadenado a su piano. Quiero pensar es la melancolía de una despedida: he disfrutado de navegar, del mar y sus 'nocturnos' (Chopin), de descubrir ciudades y gentes, incluso a mí mismo. Me lo han dado todo hecho.


 Me deslizo por mi mar mágica y vislumbro por estribor unos islotes. Mi sentido de la orientación (se conserva) me dice debe ser aquel pequeño archipiélago pegadito a la costa de L' Estartit cuyo nombre no acude al centro neuronal.

 Regreso a mi montaña mágica con ganas de montar mi mulita eléctrica para activarme de nuevo.  No desembarcamos hasta las 14.00h y he de dejar el camarote a las 10.00h, así que sigo las andanzas de Guillermo de Baskerville. Está claro que Umberto Eco también disfrutó de la lógica positivista del inquilino de Baker Street. De hecho, el arranque de la novela es un homenaje al método hipotético-deductivo del detective, a Conan Doyle y su tiempo de fé en el progreso infinito a partir de la ciencia.

 Le he dado 20€ de propina a Aris, la única forma que tengo de agradecerle su amabilidad y simpatía más allá de una palmadita en el hombro. El chico se moría de risa con mis bromas castizas, mi humor le chocaba, es muy buen chaval. He quedado que iré a visitarlo a su 'paraiso' en Java. Espero no ser el que lleva las pesadillas.


 Parte de mi  melancolía:despedirme de este espacio exclusivo: "Delicias turcas" (era de Paul Verhooven?).

 Voy a jugar un bingo. El 'jackpot' son 5000€, me pago el crucero y otro más. Me entretengo (el tiempo).

 Valencia está a la vista. Suena otra música... colorín colorada la historia interminable...bus, metro a Bétera y algún hijo que se apiade de su padre...

 P.D.: a Gladys y Zoraya, dos comadres venezolanas con las que mantuve lindas conversaciones durante la travesía.



 








 











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3 comentarios:

  1. Estimado, hermosas fotos, vengo de una ciudad en donde predomina el mar. Le dejé un correo pasado con una solicitud importante y urgente sobre parte de mi obra. Favor conversemos por interno. Quedo atento.

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  2. Estoy viajando contigo! sigo el vaiven azul...y rio con la mula (gracias a los dioses no vi el acantilado)

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